Por mucho que en 2004 una teta con pezonera convirtiera a Janet Jackson en la persona más buscada en la historia de Internet y la CBS recibiera un aluvión de críticas por no haber estado su realizador lo suficientemente atento para impedir tamaña visión, parece que en Estados Unidos siguen apostando por el morbo y la polémica con motivo de la Super Bowl.
En esta ocasión ha sido una marca de hamburguesas la que una semana antes de que se dispute la final de la Liga de fútbol americano (NFL) ha suscitado que las redes sociales no paren por lo que muchos consideran el mayor anuncio machista de la historia y otros una invitación a no dejar de ser nunca carnívoros.
El caso es que el hecho de que durante los descansos de este evento los anuncios cobren mayor relevancia de todo el año lleva a los publicistas a intentar superarse a sí mismos con los «spots» que además van a ser los más caros de la temporada televisiva.
La cadena de hamburgueserías Carls Jr. ha apostado en esta ocasión como reclamo con la modelo Charlotte McKinney, que aparece en buena parte del spot aparentemente desnuda casi por completo, caminando por la ciudad.
Tras interponerse en su camino varios objetos tapando sus voluptuosas curvas, por fin se desvela el misterio y se ve a la modelo vistiendo únicamente un escueto bikini, y portando una hamburguesa de tamaño gigantesco, que prueba dándole un mordisco al final de los 50 segundos que dura el anuncio.