El que no llora, no mama. Esa debe ser la máxima adoptada por la mayoría de los 'very inútil persons' que están encerrados en la casa de Guadalix, que cuando no echan una lagrimita por sus hijos lo hacen por sus parejas, familiares o hasta perros, como es el caso de Víctor.
Entre eso y que se pasan la mayor parte del día tumbados a la bartola tienen mucho tiempo para pensar y, como es el caso de la Esteban, para plantear cuestiones tan interesantes como el de si han practicado o no alguna vez los tríos sexuales.
Aunque la idea era descubrir los gustos de Fede, el considerado ahí dentro como el auténtico «vividor follador» que dirían en 'La que se avecina', fue sin embargo Sandro Rey el que sorprendió a propios y extraños.
Y es que mientras que el italiano negaba la mayor el vidente reconocía que «yo sí los he hecho, y con tres» (¿trío?, ¿cuarteto de cuerda?) y aseguraba que «el hombre siempre ha tenido esa fantasía sexual y quien diga lo contrario es que está mintiendo».
Eso fue demasiado para la propia Belén, que primero dijo que «se lo voy a preguntar a Miguel», para de inmediato señalar que «mi Miguel no hace eso porque es el hombre más tradicional que hay«. Claro que tampoco sería cuestión de que lo hiciera teniendo en cuenta que ella apuntilló que «si lo hace le arranco la cabeza».
La Esteban estaba tan desatada y entregada a la causa que confesó también que «yo nunca he visto una película porno«, asegurando que «yo soy mucho pollo para tampoco arroz y mi hombre es mío y ya está». No es de extrañar que con tanto apasionamiento lamentara que «yo quiero calor por la noche y aquí no lo tengo, sólo tengo a Víctor a mi lado». Lo que sin duda no es lo mismo.
Escritora en evidencia
La colaboradora de 'Sálvame' es sin duda la gran animadora de los resúmenes de Telecinco, y raro es el vídeo en el que ella no aparece o que directamente no protagoniza, por si a alguien no le había quedado claro quién era la «niña mimada» de esta edición.
Lo malo es que no se sabe si en esta ocasión le hicieron un favor o un flaco favor con el de su nuevo entretenimiento en la casa, el de hacer un blog para escribir a su Miguel y su Andreíta, algo que está siendo un suplicio para ella.
Esa dificultad se manifestaba una y otra vez con sus gritos por la casa preguntando cosas como «¿besaba se escribe las dos con b?», «¿dijera es con jota?» o «agobiada es con b o con v?». Víctor y Ares, sus dos principales «siervos», eran sus correctores oficiales y no paraban de ir y venir para resolver las dudas de su «amiga».
Lo que sería normal para gente inculta o directamente analfabeta resulta algo más extraño de entender en una persona tan letrada como ella, una escritora de postín (por si hay alguien que no lo sepa ella ya ha escrito un libro, que además ha sido éxito de ventas).
Pese a esas ayudas, Belén terminó en el confesionario maldiciendo a esa máquina infernal que es para ella un ordenador portátil, «me tiene hasta los cojones la puta máquina», y reconociendo que «no me sé explicar por escrito, soy muy torpe». A sus compañeros ya les había dicho que «yo no tengo facilidad para escribir».
Kiko vs Laura
Para enterarse de todo sí tiene facilidad. Así al menos nos lo demuestran las cámaras cuando se reúne con su «espía» Ares para que le informe lo que ella ha estado hablando con otros grupitos, que parece que todavía no la tienen fichada.
Así por ejemplo se enteró de que Kiko echaba de menos a su hija o de lo que éste va contando de Laura. Y es que aunque parece que la relación de ambos está en «stand by», de vez en cuando el hijo de la Pantoja deja claro que de eso nada: «Me pone nervioso, pero me muerdo la lengua porque podía haberle amargado su existencia aquí, peo ya la pondré en su sitio en el plató».
Eso sí, Kiko estaba solo cuando se dirigió a las cámaras y dijo a «los pantojistas» que él quiere que se quede Coman esta semana y que la quiere que se vaya es ella, «a por Laura Cuevas». La chica tiene eso muy claro porque sabe que «no para de hablar de mí por detrás», y no entiende el por qué también habla de lo mucho que echa de menos a la Pantoja porque «ha estado otra veces mucho más tiempo sin ver a su madre y no le ha importado».
A quien no le importa mostrar sus «dotes» es a Sandro Rey, que lo mismo le hace la quiromancia a la propia Laura, a la que le ha augurado que «no vas a parar de trabajar este año e incluso vas a tener tu propio negocio», que a Aguasantas, a la que da esperanzas con el hijo de Raquel Bollo, «el amor del pasado va a volver en el presente porque dejaste en él una huella grande y muchas noches llora pensando en ti».
El que sólo piensa en él es Víctor Sandoval, y en concreto en su nominación y, según dice, segura expulsión este jueves. Eso sí, como si fuera 'El Padrino', ya les ha dicho al resto que «desde fuera doy más juego y ahí os vais a cagar porque sé muchas cosas de todos». Pues que le echen.