Por mucho que la RAE sólo acepte el término «croquetas», Belén Esteban repitió casi un millón de veces la palabra ‘cocretas’, demostrando que una escritora como ella con tantos libros vendidos puede pasar por encima de la Real Academia de la Lengua cuando le de la gana.
El caso es que si hace unos días se montó el pollo por un plato de arroz a la cubana en las últimas horas se ha liado la mundial por tres croquetas (nosotras hablaremos bien). La protagonista una vez más fue Belén, que decidió por su cuenta y riesgo poner cuatro en los platos de sus «amiguetes» y sólo tres en los de Ares, Aguasantas, Chari y Ángela.
Cuando la gimnasta se dio cuenta y se lo contó a sus compañeras Ares fue de inmediato a preguntarle a la Esteban si había hecho eso y ésta al menos esta vez no mintió y se lo reconoció. Poco después fue Ángela la que le pidió explicaciones y escuchó un «seré una egoísta, pero también me estoy callando muchas cosas siendo Belén Esteban».
Vamos, una chulería más de las suyas que no entendió la Portero, que le dijo que una cosa es que reparta la comida de su plato y otra que ponga más comida a unos que a otros, y le indicó que «no creo que haya tenido ningún mal detalle contigo, si es al revés y tengo que darte la razón te la daré».
Eso fue lo que la puso banderillas de nuevo (es porque le gustan los términos taurinos) y primero empezó de nuevo con lo del arror, «el otro día me fui a sentar a la mesa y no tenía comida, y ¿hoy me montan el pollo por tres cocretas?», y después entró en el salón gritando «estoy hasta el coño de las cocretas. Y ahora la otra me viene a llorar a la cama. El otro día yo no tenía comida y no monté un número».
Ares la contestó entonces que «sí lo montaste», y como ella siempre tiene que tener la última palabra le dijo que «pero a la cara y han sobrado cocretas», demostrando que los niños no pueden seguir viendo este programa si es que quieren hablar bien.
Sexo furtivo
Croquetas al margen, Belén sigue siendo no sólo la gran protagonista dentro de la casa sino también en los resúmenes de Telecinco, lo mismo charlando con el «torero-florero», que parece querer hablar estos días algo más para ver si no es expulsado este jueves, que adoctrinando a Coman.
Con el irundarra ha sido más que clara, «espero que el jueves no me falles, te estoy intimidando y quiero que votes a Ángela». Ni Vito Corleone podría haber sido más directo, aunque no parece estar tan claro que el chico la vaya a hacer caso.
Y es que Coman sigue a lo suyo, a poner en práctica su supuesta neutralidad, y hasta se permite filosofar con sus compañeros indicando que «no sabemos lo que cada uno ha hecho aquí, porque cada uno tiene sus fallos, y la gente lo ve y sabrá juzgar».
El joven tuvo sin embargo que soportar otra charla de la Esteban cuando, cansado por el ejercicio, decidió descansar en la prueba semanal del baile. La colaboradora de 'Sálvame', después de decir a los demás que «es un poco vaguete», le puntualizó a él que «tenemos que esforzarnos un poco todos, porque nos jugamos la comida».
Lo que se están jugando Ylenia y Fede con su insistencia en no pedir la hora sin cámaras, porque ella dice que «me da vergüenza hacerlo y nos lo podían regalar sin tener que pedirlo», es el poder evitar que la gente imagine más de la cuenta cuando empiezan a frotarse debajo del edredón y se oigan frases como «¿se habrá notado?. Espero que no, porque ha sido sólo un poquito». El sexo furtivo no les interesa ni a ellos ni a la producción.