Lo que nos faltaba. Ahora los españoles también van a tener que aguantar mientras cenan en sus casas cómo Belén Esteban les cuenta sus problemas para hacer de vientre, que si la sale poca o mucha mierda cada vez que va al baño.
La escatología al poder de la mano de la «princesa» o «bruja» del pueblo (este jueves se podrá salir de dudas sobre el adjetivo más idóneo). «Me he ido a poner el supositorio, pero como es glicerina se escurre y se me ha caído», así le contaba al Súper sus problemas, mientras la audiencia vomitaba en casa al escucharla.
Claro que como ella es mucho de «precisar», le aclaró después de haberle pedido otro y habérselo puesto debidamente que «he hechado muy poco«, mientras los que habían aguantado el primer susto no podían más e iban también al baño a vomitar.
Lo bueno, dirán algunas, es que Belén ahora ya tiene excusa para justificar la barriga actual, «parece que estoy embarazada» (el supositorio que no pudo ponerse a tiempo puede que haya tenido la culpa), aunque con Ángela precisó que había perdido unos cinco kilos desde que estaba en la casa. Quizás por eso no hizo ni caso a la recomendación de Chari, que le indicó que «si quieres yo te pongo una dieta y comemos bien». Ella prefiere la dieta de Emilio y su padre en 'Aquí no hay quien viva', y soltó que «menos mal que puedo ir a comerme un kiwi».
Superstar
Aunque a nadie puede sorprenderle ya que la Esteban sea la protagonista de la mayoría de los vídeos de la casa, resulta cuando menos curioso que en esta semana en la que está nominada en casi todos ellos aparezca sonriendo, bromeando o intentando caer bien al personal.
Todo lo contrario que, por ejemplo, está ocurriendo en el caso de Chari, a la que sólo la sacan al lado de Ángela o como centro de conversación, y siempre en plan negativo, de sus compañeros de casa. Como en el caso de Aguasantas y Coman, que la achacan que come por separado siempre con Ángela y que, como dice la «jefa», ni la una ni la otra se merecen llegar a la final por haber entrado más tarde en la casa.
Mientras, Belén se permite darnos en los morros a todas lo mucho que ha viajado, «las playas más bonitas están en el Caribe, a mí me encanta ir, pero también a las Seychelles«, cómo se maneja ella en esos trayectos, «en los aeropuertos americanos, no se nada de inglés pero me entienden, la Andrea se parte conmigo», y hasta lo buena madre que es, «mi hija está aprovechando sus estudios y la estoy dando una buena educación». Quizás por eso hasta confesó que «si la veo en un plató de televisión, me muero».
Ahora va tan de «cachonda» que incluso asegura, al saber que un brasileño puede entrar esta noche en la casa, que «Ángela va a hacer edredoning, ha cogido la caja de preservativos«. Aunque ella misma sueña con él, «imaginate un brasileño todo el día en tanga y que me traiga un zumito de naranja», puntualizó que «yo ya tengo uno de 27 años en casa que está buenísimo pero Ángela se lo tira».
Mientras la Portero sólo pide «que venga en son de paz y será bien recibido», Aguasantas pide «que sea alto» y Chari «que tenga un buen cuerpo, unos 25 o 30 años». Eso sí, puestos a pedir, ésta añade que «en vez de uno que nos traigan dos, igual de buenos y así nos lo pasamos mejor».
Lo que no podrán hacer es darle lujos a la hora de comer ya que la prueba semanal la han fallado al acertar sólo 37 de las 60 preguntas sobre banderas, cuando tenían que haber acertado al menos 40. No es de exrtrañar teniendo en cuenta que a Kirguistán Belén lo llamaba Kikikiristán, que Coman hablaba de Bosnia Hercecubina, «¿está en Asia, no?», y que Santi no sabía que existía precisamente Asia.
Menos mal que cuando menos Belén sí sabe las principales virtudes del país del invitado de esta noche, «Brasil es un país muy bonito, que hace mucho calor, que en época de carnaval va mucha gente, que hay mucho chico y chica guapa y mucha samba».