-Salió de la época de 'Víctor Ros' para meterse en la de 'El Ministerio del Tiempo'. Parece que le está cogiendo el gustillo a lo de vivir en otras épocas…
-Es la casualidad que tiene nuestro trabajo, que haces una serie hace año y medio y luego coincide con otra en la que también estás. Es algo ajeno a los actores.
-¿Una serie de época hoy en día es casi seguro de éxito?
-En esta profesión esto no existe, porque sino los productores sólo harían éxitos. Todos partimos de lo mismo, contar una historia que te interese, que te guste, reúnes al mejor equipo y luego cruzas los dedos y pones la velita. No hay garantía de éxito en nada, todo es un tiro al aire y luego la gente decide.
-Como Nacho Fresneda, ¿hay alguna época del pasado que cambiaría?
-Yo cambiaría la dictadura, y entonces tendría que cambiar todas las dictaduras por lo que sería un proceso que se haría tan grande que no sé si al final quedaría algo. Habría que construir el mundo de nuevo. Todo se ha construido con guerras, asesinatos… Me ha calado lo de 'El Ministerio', porque en la serie se dice que la historia es la que tenemos, para bien o para mal, y que podría haber sido peor.
-Usted, como Alonso, no se pensó mucho lo de aceptar la propuesta del Ministerio…
-Es que tenía cinco horas de vida y a mi mujer, de una forma u otra no la iba a volver a ver. Los personajes están muy bien contados, porque, al tiempo que te van contando una historia en cada capítulo, te van dando señales de lo que les mueve internamente, y Alonso pasa a descubrir el individuo.
-Su personaje es comparado al principio con el de Alatriste, ¿por qué cree que no ha cuajado esa serie?
-No lo sé, pero como profesional y compañero creo que cuanto mejor vaya la ficción española mejor me va a ir a mi, y cuanto mejor le hubiera ido a 'Alatriste' mejor nos hubiera ido a nosotros. Yo participé en 'La reina del Sur', de Reverte, y quizás sea muy difícil adaptarle, pese a tener elementos supercinematográficos.
-Usted ha hecho doblaje, ¿cree que ahí ha podido estar la clave?
-Bueno, yo le doy mucho valor al doblaje, he trabajado con gente muy buena y creo que en TV no se le da tanta importancia. En 'La reina del Sur' también los doblajes eran un poco deficitarios. Yo «Shameless», una de mis series favoritas, no la puedo ver doblada. Los compañeros también se han quejado sin embargo de la luz.
-¿Hubiera sido para ustedes más fácil aparecer en otro día, con menos competencia?
-No tengo ni idea. Hace poco me enteré que los lunes tiene más consumo, pero ni idea.
-¿Cree que series de este tipo tienen cabida en una televisión pública?
-Por supuesto, y yo estoy muy orgulloso de formar parte de este proyecto. En la televisión echas de menos cosas que ya veías, como aquel debate que veía de pequeñito de 'La clave', que no entendía nada pero que me atrapaba porque era interesante, y debemos como espectadores reclamar eso, cosas que se alejen de lo habitual, y para eso está la tv pública.
-Pero últimamente, con tanto cambio de financiación y demás, parece que no tiene muy buenas críticas…
-Eso es vergonzoso. Desde mi punto de vista como ciudadano yo creo que la tele es algo así como la educación, y al margen de quien gobierne debería haber un plan que fuera siempre el mismo. Hasta hace poco los informativos de TVE eran muy respetados, y además tenían audiencia, lo que demuestra que si haces bien las cosas te dan hasta premios y la gente te ve, que es lo que deberíamos querer todos. Hay que pedir que cada vez vaya mejor.
-¿Usted es de los que cree entonces que los informativos de TVE han perdido credibilidad?
-Eso parece. La gente no es tonta y cuando crees que te están vendiendo algo dejas de verlo.
-¿Recuperaría la publicidad para TVE?
-Ahí no entro porque no lo controlo, a nivel económico no tengo la formación suficiente como para opinar. Creo que tampoco es tan importante, aunque está claro que una televisión pública no debería hacer diez minutos seguidos de anuncios, por ejemplo. Eso bien reguladito tampoco estaría mal, porque a veces a lo mejor echas de menos una pausa en una película larga.
-Lo que pasa es que las privadas dicen que eso les perjudicaría económicamente a ellos…
-La guerra que tienen las cadenas, allá se apañen ellos, nosotros los actores somos el último eslabón, por eso nos gusta de vez en cuando producirnos nuestras cosas, para equivocarnos nosotros y no echar la culpa a nadie. La competencia es sana, porque cuanto mejor lo hagan otros más nos tendremos que poner las pilas los demás.
-Al menos les van a bajar el IVA…
-Ellos verán, ahora lo van a bajar por las elecciones o se lo pondrán a huevo al que gane. Que mercadeen con estas cosas, como con la tele pública, la educación, la sanidad, cosas que tendrían que estar al margen… Los actores parece que somos como Iker Casillas, que tengamos un estigma como él. Nadie sabe cuándo empezó a odiarle la gente. En mi profesión hay mucha gente detrás que sostiene el tinglado, y no pueden decir que es que cuatro ganan mucho.
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