El Festival de Eurovisión resulta caro en todas sus facetas, tanto en materia de organizacion (este año costará 21 millones de euros) como simplemente por participar en él, por mucho que luego no pueda serlo tanto con las audiencias en la mano.
RTVE, según el presidente de la Corporación, José Antonio Sánchez, precisaba el pasado mes de marzo que en esta ocasión pagaría 356.000 euros para concursar con el tema ‘Amanecer’ de Edurne, pero ni esa era una cifra cerrada ni es la más elevada a la que ha tenido que hacer frente la pública en los últimos años.
Respecto a lo primero, el propio Sánchez ha señalado este martes en el Congreso que en ese presupuesto no se incluía el coste de viajes, dietas ni demás gastos de la delegación española que se desplace a Viena durante el festival.
En relación con el segundo tema, el de las participaciones españolas en la presente década, Sánchez ha puntualizado que fue la de 2012, con Pastora Soler, la más cara para las arcas de la televisión pública, con 426.483 euros de coste final.
A esta fecha le sigue 2011 con la participación de Lucía Pérez y un coste de 418.102 euros y, por detrás, se incluye el año 2014 con Ruth Lorenzo (386.994 euros). Cierran este orden la actuación del año 2010, con Daniel Diges (382.742 euros) y la del año 2013, con El Sueño de Morfeo (379.893 euros).
Según el presidente de la Corporación, en la cantidad que dijo en marzo se incluye la cuota de participación que se abona a la UER (Unión Europea de Radiodifusión) como coproducción con la televisión organizadora (la televisión austríaca ORF), los gastos de la delegación de TVE, los contratos que puedan ser necesarios para la puesta en escena, el viaje a Viena y los costes relativos a las transmisiones.
En la cifra aún no se incluye la producción musical de la canción, además de que TVE esperaba recibir a través de la UER y la televisión anfitriona los datos exactos referentes al escenario que se está diseñando, “algo que suele ocurrir en marzo”. Asimismo, tampoco se contempla el presupuesto de promoción de Edurne y su tema ‘Amanecer’.
“Cuando TVE reúna esa información se podrá montar la puesta en escena y saber cuántas personas, incluyendo coristas o bailarines, van a ser precisas. Tampoco se tienen aún las tarifas definitivas respecto a los transportes y alojamientos que se asignen”, señala Sánchez, justificando de esta manera que sólo se pueda “realizar una previsión presupuestaria que ampare los gastos potenciales máximos y reservas más inmediatas, basándose en las partidas de los ejercicios anteriores”.
En cualquier caso, ha añadido que este presupuesto luego se rebaja al ajustarse a los factores, precios y estrategias de ahorro reales, al tiempo que recordó que “bastantes personas y profesionales trabajan directa e indirectamente gracias al Festival de Eurovisión, por lo que la elaboración presupuestaria resulta altamente complicada”.