Twitter sigue jugándoles malas pasadas a los personajes populares de nuestras cadenas. Mientras unas, como Mariló Montero, aseguran que no se harán una cuenta hasta «el día en que no se calumnie», otras, como Samanta Villar, siguen utilizando sus «tuits» para opinar sobre temas que les son ajenos, aunque con ello puedan ganarse enemigos.
La presentadora de 'Conexión Samanta' quiso opinar sobre el incidente ocurrido el pasado fin de semana en el estadio de la UD Almería, cuando el entrenador del Eibar Gaizka Garitano abandonó la rueda de prensa posterior al partido por las molestias de algunos medios al contestar en vasco, y ha sembrado aún más polémica en las redes sociales.
Samanta Villar escribió un «tuit» en el que se podía leer: «Hay que entender a esos pobres periodistas deportivos de Almería. A duras penas entienden el castellano», y de inmediato se ganó las iras de todos los vecinos de la localidad.
Quizás consciente de que la había liado, un día después de sus declaraciones ha querido dar marcha atrás pero tampoco ha conseguido convencer a nadie con su particular manera de hacerlo: «Mi tuit de ayer ha creado un incendio. Quiero aclararlo: Me mantengo firme en mi crítica a los periodistas deportivos que insultaron».
En posteriores tuits critica la mala actitud de los periodistas insultando a Garitano, el respeto que tiene por los almerienses y aplaude la actitud del jefe de prensa de la UD Almería. Incluso ha hecho una reflexión sobre su forma de formular sus comentarios en la red social, que, según ella, debería mejorar.
Hay que recordar que la comparecencia del entrenador del Eibar comenzó con una pregunta en vasco, respondida por el técnico en la misma lengua en la que fue preguntado, lo que provocó las quejas de algunos medios almerienses. Ante una segunda pregunta al entrenador en la misma lengua, esos «plumillas» se mostraron más incómodos y, ante esta situación, Garitano optó por abandonar la rueda de prensa.
Antes de la rueda de prensa, el responsable de prensa del club almeriense había explicado a los medios que el entrenador iba a contestar primero en vasco y luego en castellano, como es habitual en este tipo de actos, como susle ocurrir con el mismísimo Luis Enrique, el entrenador del F.C Barcelona, que en esa misma localidad también respondió en los dos idiomas.
Hasta Guardiola, el actual téncico del Bayern, llegó en su día a no contestar en castellano en un partido de competición europea y si contestó en otras lenguas como el inglés.