Volvió a su 'Sálvame' y se dio un baño de masas con sus compañeros y el público, pese a que reconoció que estaba «nerviosa y emocionada», también porque se cumplían este martes ocho años de la muerte de su padre. Belén Esteban volvió al programa que le paga y no dejó un tema sin tratar.
El más esperado era el del anuncio de una demanda por parte de Kiko Rivera contra ella y contra Jorge Javier Vázquez, y ella le indicó al hijo de Isabel Pantoja, así como a Olvido Hormigos, que también la había amenazado con llevarla a los tribunales, que se las manden a Telecinco, «porque así me llegarán más rápido que a mi casa».
Belén dijo estar muy tranquila en ambos casos porque «hasta ahora no se han emitido ciertas imágenes del programa por cuidar a los concursantes pero están ahí».
Tanto Jorge Javier, como Víctor Sandoval, afirmaron que la creen a ella, porque, según el primero, «sé que no se iba a inventar una cosa así para congraciarse conmigo» (lo de que Kiko le había llamado «maricón»), y según el segundo, «Belén no miente nunca».
Más molesta se mostró con un vídeo en el que se reflejaban las portadas que varios concursantes de 'GH VIP' habían hecho en la revista 'Lecturas' según iban saliendo de la casa, aunque aclaró que «a Víctor ya le he perdonado porque me dijo que lo había hecho por dinero y me pidió perdón».
A Chari le aclaró sin embargo que «yo fui a un programa de convivencia, no de belleza, porque si hubiera querido ir a un espacio de belleza habría ido a Miss Universo», y le dijo que «ella ya ha ido tres veces a 'Gran Hermano' así que se presente a una cuarta, a ver si gana».
Respecto a su anunciada charla pendiente con Jesulín de Ubrique precisó que «Jesús tiene razón, nosotros no tenemos ninguna conversación pendiente», y confesó que «me di cuenta de ello nada más salir cuando hablé con mi hija». Eso sí, al diestro le comentó que «él sabe que cuando quiera Andrea está ahí, y ya está».