El «dejen salir, antes de entrar», no parece que sea un lema que rija en RTVE. Al menos en lo concerniente a sus platós, ya que antes de venderlos o derruirlos nadie ha construido ni parece que vaya a construir otros nuevos. La «chapuza» de la que hablan ya los propios trabajadores de la casa podría convertirse en tragedia para muchos de ellos, que podrían perder el empleo precisamente por no tener un sitio donde poder desarrollar su labor.
Los recortes, los ajustes presupuestarios y, sobre todo, el no querer seguir dando una imagen de pedigüeños ante la opinión pública, ha llevado a los actuales directivos de RTVE a cambiar los planes de sus predecesores.
En el Plan Inmobiliario de Leopoldo González-Echenique, que contó tanto en el Congreso de los Diputados como a los secretarios generales de los sindicatos del Comité Intercentros, se contemplaba el derribo de algunos platós previa construcción de otros y se desechaba la venta de Buñuel.
Con José Antonio Sánchez, no sólo se ha dado luz verde a esa venta, por algo más de 32 millones de euros, sino que se ha llegado a una situación en la que en la actualidad sólo hay un plató operativo en Madrid, el número 5, mientras se espera la orden de demolición del 10 y el 11, en una operación que le costará al ente tres millones de euros, y no se consiguen los permisos pertinentes para la construcción del 6 y el 7 en el término de Pozuelo, junto a Prado del Rey, pese a que en ese ayuntamiento existe mayoría absoluta del Partido Popular, supuestamente el más interesado en la operación.
La solución que se les acaba de dar a los trabajadores es que, a partir del próximo mes de julio, buena parte de ellos se tendrán que trasladar a la Ciudad de la Imagen, a los platós de la productora externa ADISAT y a uno de los que, desde el despido mayoritario de trabajadores, no se utiliza en Telemadrid.
Mientras eso ocurra, bastará con que se produzca cualquier incidente o «desgracia» en el Plató 5 de RTVE, en el que se llevan a cabo programas en directo como ‘La mañana’, ‘Corazón’ y ‘España directo’, para que TVE sólo pudiera emitir espacios enlatados o directamente irse a negro.
Para el secretario general de UGT en RTVE, Miguel Ángel Curieses, se trata de «una chapuza de gestión intolerable en cualquier empresa, por lo que el presidente de RTVE debería cesar de inmediato a los responsables si no quiere ser cómplice de ella». La cabeza que piden de momento es la de Enrique Alejo, director general Corporativo.
Situación de los platós
La solución que ha encontrado la directiva actual de RTVE es la de trasladarse a platós externos hasta enero de 2017, tiempo en el que esperan haber podido solucionar los problemas de amianto que acucian a los estudios 1, 2 y 3 y haber podido cuando menos comenzar las obras del 6 y el 7, pese a que éstas no tienen fecha de inicio.
Según Curieses, «es cuanto menos extraño que en un ayuntamiento como el de Pozuelo, con mayoría del Partido Popular, todavía no se hayan podido conseguir los permisos necesarios para empezar las obras del 6 y el 7 y se pongan tantas pegas para la construcción de los edificios».
Según la dirección, ese retraso se debe a problemas legales de edificación en los terrenos de Prado de Rey, donde el Ayuntamiento de Pozuelo debe proceder a la aprobación de un Plan Específico de Regularización de los Inmuebles allí construidos y donde, posteriormente, hay que pedir primero las licencias de construcción, segundo esperar su aprobación y tercero licitarlos, construirlos y posteriormente equiparlos, con lo que, como mínimo, la operación se iría hasta el 2018.
Tampoco entiende el por qué antes de tener nuevos platós se tengan que demoler el 10 y el 11, como estaba previsto en el plan inmobiliario de Echenique, «porque están en un sitio donde no molestan nada y a lo mejor se podría encontrar otra solución para ellos«, sobre todo por esos tres millones de euros que costará su demolición.
En ese citado Plan Inmobiliario se incluía, en distintas fases, el derribo de siete edificios de la corporación afectados por el amianto, la construcción de un nuevo estudio de 1.950 metros cuadrados, al que habría que añadir otro de 822 metros cuadrados, más un edificio de premontaje y de controles y maquillaje de unos 3.900 metros cuadrados y el traslado de los Estudios Buñuel a Prado del Rey, con lo que RTVE pretendía ahorrar 4,8 millones de euros anuales.
De lo único que habló la Mesa de Producción este miércoles con los trabajadores fue de la construcción de los nuevos platós en sustitución de los de Buñuel, el 6 y el 7, pero sin fecha fija, y el desamiantado de los estudios de Prado del Rey 1,2 y 3.
Despido de trabajadores
Dado que nadie garantiza en qué fecha se podría regularizar todo, lo que piden los trabajadores ahora, vía sindicatos, es una garantía de empleo una vez concluida la vigencia del convenio, dado que, como precisa Miguel Ángel Curieses a este periódico, «la reforma laboral contempla que por falta de producción se pueda llevar a cabo en una empresa un ERE temporal, que, como ha ocurrido en otros casos, podría dar lugar después a un ERE definitivo».
Teniendo en cuenta que en la actualidad sólo funciona un plató, y por tanto no existirán medios de producción para estos trabajadores y que la dirección se ha negado a comprometerse a esa garantía, desde UGT estiman que «podríamos encontrarnos ante el despido de más de 1.500 trabajadores por causas objetivas».
Para Miguel Ángel Curieses, toda esta problemática podría ser la habitual maniobra de las grandes empresas: «Librarse de sus áreas de producción de contenidos para poder ir dando paso de manera paulatina a la desaparición de las mismas». Según puntualiza, todo este proyecto le va a salir bastante caro a RTVE ya que «hasta los programas pueden costarle más teniendo en cuenta que si nos vamos a la Ciudad de la Imagen para grabarlos habría que contar en sus presupuestos lo que costaría el traslado de la gente, del material y equipos». Y eso sin contar el alquiler de los edificios, que se ha llegado a tasar en cerca de ocho millones de euros hasta ese 2017. Sin duda cifras nada positivas para una empresa donde ya hace mucho tiempo que las cuentas no salen.