Amenazas en Twitter como «algún día sacaremos a los republicanos de las fosas y las llenaremos con perras voceras como tú, bastarda», recibidas por Ana Pastor con motivo de su entrevista con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ni han sido las primeras ni seguramente serán las últimas que reciba en las redes sociales.
La primera que lo sabe es ella misma, ya que en mayo del pasado año la periodista de La Sexta denunciaba que la Justicia había «pasado» de ella después de que presentara en una comisaría una denuncia por esas denuncias.
En aquel entonces comentó que a través de esas redes la habían dicho cosas como «roja», «vendida», «entregada al poder», «puta», «hija de la grandísima puta», «cállate zorra», «no tienes ni puta idea de hacer entrevistas, en una esquina serías mucho más eficiente», «cerda», «deberían degollarte las tropas moras de Franco» o «solicito permiso para meterte en un campo de concentración en el ala de violadores inmigrantes».
Apenas unos meses después de presentada la denuncia, la propia Ana Pastor se sorprendía tanto por la rapidez de la Justicia en valorar su caso como por las precisiones que le hacían llegar en la carta recibida, en las que entre otras cosas le señalaban que «puta» no es un insulto y que pedir que te corten el cuello no es una amenaza.
La ahora periodista de La Sexta había abierto su cuenta de Twitter, o mejor dicho se la habían abierto dos compañeros, cuando estaba todavía en TVE, a comienzos de esta década, y desde entonces no ha parado de recibir en la misma proporción, alabanzas, insultos y amenazas.
Críticas «famosas»
Eso sí, en las dos últimas categorías los tuits no sólo han sido de gente anónima que se ampara en ello para criticar sino también de gente conocida, y no sólo por su nombre y apellidos.
Ese fue el caso, por ejemplo, de Luis Salom, responsable de las redes sociales del PP de Valencia, que escribió mensajes como «quizá la señora Ana Pastor tenga a bien contarnos cómo entró en TVE tras suspender las oposiciones» o «¿Es cierto amiga que en TVE te pagábamos 7.300 euros de sueldo base más 4.900 por programa?».
Más «light» fue el coordinador de IU Cayo Lara, que comentó la entrevista que le hizo a su compañero Alberto Garzón en su programa de La Sexta: «Alberto muy bien en la entrevista de El Objetivo, no decimos lo mismo de la entrevistadora«, criticando incluso las imágenes que se emitieron, «es curioso que pongan imágenes de acto de Podemos cuando entrevistan a Alberto. ¿No tienen de IU?».
El periodista Herman Tertsch tampoco está en el grupo de los admiradores de su compañera de profesión, a la que tilda de «enchufada» y a la que mete en el mismo saco que a Jordi Évole, «son dos sirvientes del socialismo que jamás hicieron otra cosa”.
A la drag queen Lily Sanghay tampoco le gustó una de las entrevistas de Ana en 'Los desayunos de TVE', y dijo que los contenidos del programa eran propios de la derecha: «Esta escaleta se la podría haber hecho cualquier neoliberal pepero del Opus con los ojos cerrados».
Lily la calificaba como «la niña de los ojos del director de TVE Fran Llorente» y le preguntaba «¿cómo no se te cae la cara de vergüenza de atacar a una activista que ha luchado sin concesiones por la igualdad, que sigue luchando, como Elena Valenciano y defender a un misógino como Gallardón que nos quiere llevar al puro franquismo?».
De TVE a La Sexta
Y es que las críticas a Ana Pastor comenzaron en su etapa en la cadena pública, sobre todo después de entrevistas a líderes del Partido Popular en 'Los desayunos'. Así, un anónimo, al término de la que llevó a cabo con el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, le decía «@anapastor_tve siempre que entrevistas a alguien intelectualmente superior a ti quedas como el culo», antes de terminar el tuit con la frase «vete a fregar platos zorra».
Hasta que no hubiera programa, por una huelga general, era motivo para que algún «tuitero» aprovechara para tomarla con ella, como @IgorSanchez10, que la preguntaba «¿hoy no trabajas zorra?».
Otro, como Jesús Osuna, le dejaba claro sus sentimientos: «Que me repugnais tú y tu marido es un hecho», al tiempo que le daba un consejo: «Tú vas a tener que abrir bien los ojos, te tienen en el punto de mira».
Hasta el mismísimo José Bono, durante la entrevista que le hizo cuando él era presidente del Congreso de los Diputados, la espetaba en mitad de la misma: «La imagen que da de Señorita Rottenmeier es tremenda».
Entrevistas al dictador iraní Mahmud Ahmadineyad o a Esperanza Aguirre, cuando era presidenta de la Comunidad de Madrid (ésta calificó la suya como «un interrogatorio carente de sentido del humor») o a Cospedal, que le dijo: «yo no sé si usted representa a los trabajadores de TVE», o a Joé María Barreda, cuando estaba al frente del gobierno de Castilla-La Mancha, terminaron por granjearle más enemigos que amigos.
Eso sí, a todos ellos no les bastó con que fuera cesada en agosto de 2012 de 'Los desayunos de TVE', y le siguieron criticando tanto con sus entrevistas para la CNN como las que lleva a cabo ahora en 'El Objetivo' de La Sexta. Su labor sigue valiéndole las mismas amenazas e insultos.