Antes de ver el capítulo de este lunes, en el que además eran protagonistas y en el que por tanto se multiplicaban los tópicos contra ellos, la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas Universitarias (FAKALI) había denunciado ya a la productora de 'Anclados', y pedido su retirada inmediata.
Este colectivo está indignado (lo dicho, a buen seguro a estas horas habrá multiplicado por diez su ira después del último episodio), al considerar que la serie de Telecinco, el producto más visto de los lunes, «fomenta la animadversión hacia el pueblo gitano y su estigmatización ligada a lo delictivo».
Por ese motivo el pasado 12 de junio presentaron una denuncia administrativa ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, amparándose en que la principal causa del rechazo social que padece la población gitana tiene su origen en la imagen estereotipada y prejuiciosa que los medios de comunicación ofrecen de ella».
En el texto se indica que «el dibujo general de los personajes gitanos es muy reduccionista y se asocia en su tratamiento a los más rancios clichés sobre esta comunidad: drogas, delincuencia, chabolismo, lenguaje y expresiones tópicas...».
Fakali solicita en su página web que Mediaset retire esta ficción y que en el futuro no reitere ese contenido con la certeza de que la manera de presentar a los gitanos y las gitanas ahonda en los estereotipos y en la diferencia intentando excluir a los y las protagonistas del resto de la sociedad española.
Esta asociación muestra su más absoluto rechazo al «contenido denigrante y discriminatorio hacia la comunidad gitana» de esta comedia y asegura que «su pretendido 'humor' no reportará ningún beneficio para erradicar la fuerte discriminación de la comunidad romaní en nuestra sociedad y su necesaria y justa incorporación a la igualdad y convivencia de los pueblos».
Para esta asociación Mediaset es además reincidente en el tema, después de haber emitido también «engendros», según ella, como los programas 'Los Gipsy Kings' y 'Palabra de gitano' que dicen haber provocado un «trato negativo y prejuicioso hacia la comunidad gitana».