Equipos españoles han ganado las dos últimas Ligas de Campeones y las dos últimas Europa League. En España juegan los, en teoría, dos mejores jugadores del mundo y cada vez que un equipo español se cruza últimamente con otro inglés el primero siempre es el ganador. Sin embargo, los conjuntos de la Premier se repartirán en los próximos tres años la friolera de 6.900 millones de euros mientras que los españoles, como mucho, ganarían en ese mismo periodo, 3.900 millones. En Inglaterra, el equipo que menos gane no bajará de los 135 millones de euros, una cantidad a la que tan sólo podrían aspirar los dos primeros de nuestro campeonato.
Pese a ello, o quizás por ello, el pasado 1 de mayo el resto de nuestros clubes profesionales festejaban por todo lo alto que en el Boletín Oficial del Estado se publicara el Real Decreto ley 5/2015 por el que se conseguía la comercialización conjunta de los derechos televisivos de nuestro fútbol.
Casi dos meses después, uno de los dos equipos del duopolio que se pretendía romper, el Real Madrid (por supuesto el otro es el Barcelona), tiene en jaque ese acuerdo al haber abierto una guerra con la Liga de Fútbol Profesional que nadie sabe todavía cómo puede terminar.
Lo que parece claro es que si en ese Real Decreto se abría la posibilidad de que el nuevo reparto televisivo pudiera darse incluso en la próxima temporada ahora parece imposible que llegue a producirse en la 2015/2016 y se pone en duda que llegue a darse nunca.
Derechos nacionales e internacionales
Los mayoría de los clubes tienen ya vendidos sus derechos a título individual para la temporada 15/16, y no sólo eso, pues el Real Madrid ya ha anunciado que también tiene vendidos sus derechos internacionales a Microsoft, lo que entraría en colisión con el nuevo reparto ideado por Tebas.
Por ese motivo es por el que, por ejemplo, no quiere que el Real Decreto entre ya en vigor la próxima temporada, ya que de esta manera podría mantener vigente el compromiso con la multinacional estadounidense el pasado 10 de febrero, que incluía imágenes a la carta de los partidos a través de sus dispositivos tecnológicos además de estudios personalizados de los jugadores.
En la Liga que preside Tebas se duda de la legalidad del contrato en caso de que se adelantase la venta centralizada de los derechos internacionales, y eso ha hecho que el Real Madrid esté dispuesto a enfrentarse incluso con Mediapro, que es la que tiene sus derechos audiovisuales para la temporada 2015/2016.
Luis Blanco, presidente de Telefónica Argentina y Telefónica Vídeo, que también pertenece a la Junta Directiva del Real Madrid fue la llave del acuerdo suscrito el pasado 29 de abril con Telefónica para el lanzamiento de su nueva aplicación móvil.
Florentino Pérez y su junta habían hablado ya con Telefónica para que ésta se hiciera con sus derechos televisivos a partir de la temporada 2016/2017 y por eso acusa a Tebas de intentar favorecer a Mediapro con el nuevo reparto.
Y no sólo con el nacional sino con el de los derechos internacionales. El presidente de la LFP ya ha presentado en ese sentido a la Comisión Delegada un contrato bajo el brazo asignado a Mediapro de seis años de duración (1+4+1) por el que la productora catalana garantiza 400 millones de euros por año a la Liga y 50 millones para ella misma de los que sobrepasaran esa cantidad (de esa cifra final el 75% iría para la propia LFP). El sexto año de contrato se ejecutaría automáticamente si Mediapro conseguía superar la barrera de los 600 millones.
La LFP dice que Mediapro será «el agente internacional de la Liga', y para ello tiene ya en su poder el consentimiento de 38 de los 42 clubes profesionales de nuestro fútbol (los de Primera y Segunda), y negocia con los otros cuatro que tiene todavía Telefónica para poder llegar a un acuerdo en los próximos días. Eso sí, de estos cuatro no impedirán ningún acuerdo, ya que han comunicado este martes que «en el caso de que LaLiga no tuviera todos los derechos audiovisuales en la temporada 2015/16, se negociará el importe de explotación correspondiente a los clubes de los que sí los tiene».
López Farré, el director de los servicios jurídicos del Real Madrid, incluso ha acusado a ese Órgano de Control de los derechos, que componen el propio equipo blanco junto al Atlético, Barcelona, Levante, Numancia y el propio Tebas, de “maniobras ilegales”, y le ha amenazado con denunciarle.
El reparto
Así las cosas parece difícil que se pueda llegar a un acuerdo para poner en marcha la próxima temporada el artículo 5 del Real Decreto, que enumera los criterios de reparto, y en el que se especifica que es el 90% de los ingresos se destinará a los clubes de Primera y el 10% a los de Segunda.
En total, los clubes profesionales de fútbol se repartirán el 92% de los ingresos procedentes de los derechos de televisión y se asignará un 1,5% para los deportistas de alto nivel y el fútbol no profesional, un 3,5% para los equipos que desciendan de categoría, un 1% para la Liga de Fútbol Profesional (LFP), un 2% para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) -si se explota conjuntamente la Liga y la Copa del Rey- y un 1,5% para deportistas de alto nivel y fútbol no profesional (2ª B y fútbol femenino).
De esa cantidad para los clubes, el 50% del dinero total recaudado se repartirá a partes iguales entre ellos, el 25% en función de los resultados deportivos de los últimos cinco años, con una mayor importancia de los más recientes, y el otro 25% en función de la implantación social de los equipos de fútbol (dos tercios de esto corresponden a «la participación en la generación de recursos por la comercialización de las retransmisiones televisivas»).
Es decir, que el reparto seguiría beneficiando a los más grandes, dado que en cuatro de las últimas cinco ligas, Real Madrid y Barcelona se repartieron los dos primeros puestos, a excepción de la del curso pasado, cuando fue campeón el Atlético de Madrid.
El primer clasificado, por ejemplo, gana casi cinco veces más que el octavo, y si se compara con el último, la proporción es de 68 a 1. Si la venta a los operadores se produce por 1.000 millones (200 millones más que en la última temporada), 135 millones de euros serían para el Real Madrid, 130 para el Barcelona, 61 para el Valencia, unos 60 para el Atlético y 49 para el Sevilla. A partir de ahí, el Athletic se llevaría 47; el Villarreal, 43, la Real Sociedad, 37 y equipos como Espanyol y el Getafe, algo más de 30 millones.
Es decir, los «grandes» se llevarían una cantidad parecida a la actual, pero crecería considerablemente el importe de los más humildes, mientras que los de Segunda, por ejemplo, pasarían de unos 2,5 millones a recibir cinco por temporada.
En el caso de que este nuevo reparto redujese el nivel de ingresos de Real Madrid y Barcelona, hay un punto en el Real Decreto que haría regresar la situación a la anterior: «Si la cantidad disponible para el reparto entre los clubes y entidades participantes, de conformidad con el artículo 5.1, fuera inferior a la suma de los ingresos obtenidos por todos los participantes por la comercialización individual de los derechos audiovisuales en la temporada 2014/2015 no serán de aplicación ni los criterios de reparto previstos ni los límites del artículo 5».
Acogerse al mismo quizás sea el objetivo de esos dos conjuntos, conscientes de que ellos por su cuenta pueden lograr más dinero aún si comercializan en solitario sus derechos y que, aunque el resto vaya a ganar algo más, la desigualdad que se pretendía erradicar entre unos y otros va a seguir manteniéndose.