No cuela. Eso es más o menos lo que le ha dicho la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a Canal + al desestimar la solicitud de la distribuidora DTS, que opera bajo la marca Canal+, para aplazar los pagos de tasas a RTVE por un importe total de 8,7 millones de euros.
En concreto, las solicitudes de DTS se referían a las liquidaciones complementarias de los ejercicios 2009 y 2010, por importes de un millón de euros y de 2,8 millones de euros respectivamente, y de la autoliquidación de la aportación anual a realizar por DTS en el ejercicio 2014, por un importe a ingresar de 4,9 millones de euros.
DTS ha fundamentado sus solicitudes de aplazamiento en «una situación puntual, económico-financiera», que le impediría «de forma transitoria» efectuar en los plazos establecidos los pagos de las deudas.
No obstante, la CNMC entiende que no se aprecia que la situación de tesorería o económico-financiera de DTS pueda impedirle, de manera circunstancial u ocasional, afrontar el pago de las deudas tributarias contenidas en las tasas.
En este sentido, considera que dicha entidad cuenta con los recursos económicos «suficientes» para afrontar el pago de las citadas deudas en plazo, recordando por ejemplo que ha pasado de una liquidez de 7,9 millones de euros en el año 2013 a 56,9 millones de euros al cierre del
ejercicio 2014.
Asimismo, también ha apuntado que la empresa distribuidora cuenta con un préstamo de 150 millones de euros con vencimiento a cinco años y, además, pertenece a Telefónica desde abril de 2015, grupo empresarial «con una sobrada suficiencia económica financiera».