En todas partes cuecen habas. Hasta la mismísima BBC británica parece estar pasando apuros económicos. Su remedio para los mismos no es otro que el tan socorrido de echar a trabajadores.
La cadena pública británica busca tener una estructura «más simple» y cree que podría conseguirlo desprendiéndose de más de 1.000 puestos de trabajo mediante la fusión de algunos departamentos.
El responsable de de la misma, Tony Hall, ya ha echado cuentas y cree que si adoptan esta medida, algo que califica de «decisión difícil», podrían ahorrar más de 50 millones de libras al año.
Al igual que ocurre en RTVE, según sus directivos, la mala situación financiera de la cadena parece estar causada por la ausencia de ingresos por publicidad y por la reducción de ingresos por canon, el sistema mediante el cual se financia.
Tony Hall no ve otra solución para «cumplir con los retos financieros con los que nos enfrentamos», sobre todo teniendo en cuenta que cada vez se consume menos televisión a través del sistema tradicional, lo que ha provocado que la BBC tenga en estos momentos unas pérdidas de 150 millones de libras.