El remedio fue peor que la enfermedad. El acto montado por el Real Madrid, veinticuatro horas después de que los medios de todo el mundo criticaran a la entidad por haber dejado solo a Íker Casillas en su despedida, no sólo no ha corregido el error sino que incluso ha estropeado aún más la imagen del club.
Las palabras del presidente no han convencido ni a los medios ni, lo que es peor, a sus propios aficionados, que pidieron su dimisión dentro y fuera del Bernabéu en ese mismo acto. Lo peor de todo es que esos gritos los recogieron todas las cadenas españolas e internacionales menos una, Real Madrid TV.
En el canal del club no se escuchó ni un sólo grito en contra de su presidente ya que, «misteriosamente», lo único que se oyó en el vídeo de la despedida del guardameta fueron las plabras de los protagonistas.
Las voces que cantaban lo de «Florentino dimisión» parecían haber sido calladas, tanto las que entonaban la melodía fuera del estadio como las que lo hicieron dentro del mismo.
Con el sonido ambiente apagado, los presentadores del programa de Real Madrid TV que recordaba el acto vivido en el Bernabéu dieron por contra paso a una tertulia sobre la figura del ya exguardameta madridista.
Y por si con eso no bastara, en las imágenes también se procuró evitar primeros planos de Casillas con el público, ofreciendo otros mucho más generales en los que se veía al portero con los trofeos conquistados o con el público a los lejos.
Real Madrid TV prefirió ofrecer publicidad institucional en el momento en el que en el vídeo el portero se encaminaba a saludar a los aficionados allí congregados.