El sexo como terapia. Eso es más o menos lo que ha confesado que ha puesto en práctica la actriz Michelle Rodríguez para intentar superar la trágica muerte del actor Paul Walker, el protagonista de la saga 'Fast & Furious', en un accidente automovilístico hace dos años.
Mientras que otros ex compañeros suyos como Vin Diesel le recordaban cantando una canción en público, como la que interpretó el pasado mes de abril durante la ceremonia de los MTV Movie Awards, la actriz optó por practicar sexo por todo el mundo.
Según ha confesado esta semana en una entrevista en 'Entertainment Weekly', «entré en una especie de borrachera permanente, me volví un poco loca. Paul Walker era el tipo más profundo que he conocido».
La actriz, de 36 años, que pasó largos periodos en Ibiza y a la que se la relacionó con gente como Cara Delevigne, Justin Bieber o Zac Efron, asegura que «muchas de las cosas que hice el año pasado no las hubiera hecho de estar cuerda».
Michell intentó justificar su actitud precisando que «estaba tratando de sentir. Sentía que nada en el mundo podía hacerme sentir viva, así que viajé por el mundo teniendo sexo para ignorar lo que verdaderamente estaba sintiendo».
Recordada por series como 'Perdidos' o por sagas de películas como la ya citada o 'Resident evil', reconoce que llegó a preguntarse «¿por qué te has ido sin mí? ¿Por qué mierda sigo yo aquí?», pero que parece que había conseguido ponerle fin, «una mañana me levanté con un profundo respeto por la vida y me dije: 'deja de jugar al escondite de una puta vez, Michelle'. Me levanté y me puse a caminar».