Maite ha sido la primera expulsada de ‘Gran Hermano 16’. Sus continuas peleas con el resto de sus compañeros, sus ademanes burdos y violentos, la imposición de sus ideas frente a las de los demás y la falta de educación en innumerables ocasiones han ocasionado que, además de ser nominada por la totalidad de sus compañeros (menos por su hija y el amante de la misma), haya sido votada para abandonar la casa por la mayoría de la audiencia.
La violencia verbal de la navarra ha sido la comidilla del resto de los habitantes de la casa de Guadalix, que aseguraban no soportar la convivencia con aquella que se consideraba una “elegida de Dios”. Sin embargo, éste no ha sido el primer caso de agresividad dentro del reality más famoso del mundo.
Bea ‘La legionaria’ tuvo que ser expulsada del programa (en su edición de ‘El reencuentro’) tras amenazar a una de sus compañeras, Melania: «A mi hijo no me lo menta nadie con desprecio porque le arranco la cabeza», «Es una puta zorra, se ha metido con mi hijo». «La hija de puta es mala, si tiene cojones que salga, ¿quién es la «cejas gordas para despreciar a nadie»? Así se las gastaba la militar. Aun así, en su posterior entrevista con Mercedes Milá, aseguró que si la hubieran dejado dentro del concurso “no hubiera pasado nada”, en referencia a si hubiera llegado a agredir físicamente a la que se hizo pareja del italiano Piero.
La comida y las tareas domésticas siempre han sido motivo de conflictos en la casa de ‘Gran Hermano’. Los concursantes de la sexta edición Nicky y Eloisa protagonizaron una monumental bronca a cuenta de la elaboración de una paella, que era parte de su prueba semanal. Nicky, el primer concursante transexual de ‘Gran Hermano’ hizo de la frase “¿Dónde están los papeles de la paella?”, una de las más célebres del concurso.
Carlos Navarro, ‘el yoyas’, fue expulsado de la segunda edición del concurso por agredir a Fayna, que actualmente es su mujer. Llegó a tocarle la cara y a tumbarla en la cama mientras presionaba una almohada contra su cabeza. Aún así, ella salió en su defensa. A la salida del reality el exconcursante escribió un libro de poemas y llegó a afiliarse al partido ‘Ciudadanos’, con el que pretendía acceder a la alcaldía de su pueblo.
Otra pareja que dio mucho que hablar dentro del concurso fue la formada por Arturo e Indhira. El del ‘delfín’ y la celosa compulsiva vivieron un tórrido romance que acabó como el rosario de la aurora. Arturo se cansó de la joven y decidió tontear con Carol. Indhira le tomó una manía tremenda a la chica, y tras unas nominaciones un tanto peliagudas, la de ascendencia árabe le espetaba a la otra: “Resulta que me dices esta semana que hagamos las paces y que lo que me tengas que decir me lo dirás a la cara y me tengo que enterar ahora que has dicho a todo el mundo que me nomine”. Tras esto, un vaso de agua voló directo a la cara de Carol, con hielos incluidos. La organización decidió expulsar directamente a una Indhira más que despechada. También Arturo, que en esos momentos permaneció impasible observando la ‘pelea de gatas’, tuvo sus represalias en ‘El reencuentro’, de donde fue expulsado por agredir verbalmente a la que fuera su pareja y por verter en su plato de comida un vaso de calimocho.
Chari y Rubén entraron como pareja en 'Gran hermano 12' pero fueron separados por las dos casas en las que se dividía el concurso. Ella, durante una semana, convivió con todos los chicos y tonteó con más de uno. Al rejuntarse con Rubén, la gaditana comenzó a 'montarle' escenas de celos cada vez que le veía hablando con cualquier compañera. Una vez fuera de la casa de Guadalix de la Sierra, la pareja rompió en directo. Diez años más tarde, entraron a ‘El reencuentro’, donde tras volver a reconciliarse, los celos de Chari volvieron a aflorar, generando agresiones físicas entre ambos. Chari no paraba de golpear a Rubén con una toalla, y él llegó a pegarle una bofetada en pleno ataque de nervios. Ambos fueron expulsados inmediatamente.