En la casa de Gran Hermano las peleas, los malentendidos y las traiciones no dejan de ser el pan de cada día, aun con Maite, la 'mala' de la casa, ya en su Pamplona natal. Raquel y Marta han sido las encargadas de poner la nota amarga a la semana, con una bronca monumental que acabó con la canaria llorando y con la extremeña gritando: «¡Te vas a arrepentir!».
Suso ha decepcionado a la audiencia por la traición que ha cometido con Carlos, el 'Ken' de la casa. El catalán le prometió no nominar nunca a Ivy. su novia, pero a la hora de entrar al confesionario para colocar los respectivos puntos, no tuvo problema en regalarle unos cuantos a la chica, de la que dice que es «una sosa».
Pero el momentazo de esos días sin duda lo han protagonizado Han y Aritz. El chino granaíno llevaba desde el día en que le dieron permiso para hablar dentro del concurso detrás del vasco, al que llama su «marido». Tras dormir abrazados y continuar con su 'extraña' relación, en la que un día Aritz rechaza al estudiante de ingeniería pero otro le abraza apasionadamente, los jóvenes han afianzado aún más su entrañable amistad. El chico del sombrero, después de rechazar en más de una ocasión a Han, ha aceptado darle un beso en los labios en la fiesta que organizaron con temática ochentera.
Todo un paso para el bilbaíno, que no para de decir que sólo quiere a Han como a un hermano pequeño, aunque luego deja que le abrace por las noches y que, como en la 'party', le bese en la boca.