Segunda nominación y segundo pleno en las quinielas. Si la primera vez Maite llevaba todas las papeletas para salir, en esta ocasión era Muti, el «invisible», el que no tenía casi ninguna opción de seguir. Los dos primeros expulsados de 'Gran Hermano 16' sólo tienen en común una cosa: Suso.
La conversación que tuvo con éste sobre las mujeres, cuando el motero le decía que «Sofía está usada, ya no me interesa. Raquel ahí… y, sino…, le tiro a Carolina«, y el sevillano no sólo apoyaba sus palabras sino que añadía que las mujeres son cosas que se pueden intercambiar una vez usadas y que no le importaría tener algo con Sofía dentro de la casa, terminaron por decidir a la audiencia que debía ser él quien saliera.
Ya en el plató, Muti restaba importancia a las palabras de Suso que le animaban a acostarse con Sofía, «cada uno tiene su opinión pero yo no sería capaz de hacerlo”, aunque subrayó que Suso había sido el único que en realidad le había acogido después de llegar una semana más tarde a la casa.
Mientras, Mercedes Milá le decía que le daba pena tener que decirle algunas de las cosas que tenía en el guión, como un mensaje en el que se le pedía al expulsado que dejara de utilizar la palabra “maricón” como sinónimo de cobarde, o que la madre de este estaba harta de la expresión: “Estoy hasta la po…”.
La «peineta»
Su marcha pareció afectar bastante al citado Suso, que lloró junto a Sofía por su marcha aunque luego protagonizó uno de los momentos más vergonzantes de la gala cuando la presentadora le comunicó que no estaba nominado y escuchó los abucheos del público.
Al catalán no le gustó nada esa reacción, y la suya fue lanzar besos a esa audiencia y dedicarles una peineta, al tiempo que aseguraba que “quien quiera abuchearme que se esperen a que salga pero que dejen a mi madre tranquila. No puedo estar recibiendo abucheos porque me voy a volver loco aquí dentro”.
La presentadora le intentó calmar, «no te vuelvas loco, tú vive tu concurso como los demás. No pasa nada, ‘ GH’ se vive dentro de la casa de Guadalix de la Sierra y de vez en cuando se sufren estos momentos que también hay que superar”.
Peor lo tienen Raquel, Sofía y Amanda, que son las nominadas esta semana (Suso se libró sólo por un voto). Las dos primeras son ya veteranas en esta faceta, aunque mientras que Sofía ha sido siempre la menos votada en las dos ocasiones Raquel ha sido la que ha estado las dos veces al borde de la expulsión.
«Belenazo»
La cuarta gala estuvo también protagonizada por Belén Esteban, que entró por un rato en la casa con el mismo pijama que lució en 'Gran Hermano VIP' y con sus famosas «cocretas».
La tertuliana de 'Sálvame' aseguraba que le daba miedo volver pero que al entrar le gustó porque “he dejado aquí gritos, lágrimas y muy buenos momentos”, al tiempo que confesaba que su favorito de esta entrega era Aritz.
Belén entró mientras los concursantes tenían que estar bailando y no le podía hablar, pero sí aplaudir cuando les sacaba las “cocretas”. “Os conozco a todos”, decía mientras le indicaba a Han que le quería dar un beso de parte de Andrea.
La ganadora de ‘GH VIP’ dio vueltas de un lado a otro afirmando “¡Qué bonita la casa!”, y al final les dedicó unas palabras: «Esta experiencia solo se vive una vez en la vida y os deseo a todos que viváis vuestra experiencia».
Por otra parte, en la gala Amanda desveló que había sido deportista de élite, y Carlos e Ivy que eran pareja. Lo malo para ellos es que Mercedes le comunicó al marido que perdía 100.000 dólares por no disimular frente a Suso. Al menos ya pudieron besarse en paz.