-¿Podemos estar hablando del peor momento de la historia de RTVE?
-No sabría decirle a ciencia cierta si ha habido algún momento tan complejo como el que estamos viviendo, puntual en algún área, pero que se junten problemas en todas las áreas yo creo que nunca se había dado. Nunca había estado tan en peligro la situación de RTVE. Creo que es un momento muy crítico, y si no hemos ido a más es porque ha pillado el final de la legislatura y no les ha dado tiempo a tomar las medidas que tenían en mente.
-En el resto de grandes problemas del país, el PP suele echar la culpa a la herencia recogida, ¿aquí también ocurre lo mismo?
-RTVE es una institución que debe estar al servicio de los ciudadanos y esa debe ser nuestra máxima lucha, lograr un nivel máximo de pluralidad, independencia y veracidad. Históricamente ha estado al servicio de los diferentes gobiernos que han ido pasando. Parece que hubo una etapa de brotes verdes, más que en producción en independencia, que fue la de 2008-2011, pero ahora la han vuelto a convertir no en una TV no ya del Gobierno sino de partido.
-¿Ese es para usted el principal motivo por el que se ha ido yendo la audiencia de TVE?
-Los datos de oyentes y telespectadores son los que juzgan esa posición de manipulación al servicio del PP. Los ciudadanos no son tontos y en el momento en que ven la manipulación le dan la espalda. La manipulación informativa es el pilar fundamental sobre el que se destruye la esencia de la radiotelevisión pública. Si no tienes independencia y pluralidad automáticamente tu sentido de ser pierde sentido. Nosotros no podemos responder a ninguna ideología ni a ningún interés económico. Si atentas contra ese principio básico, automáticamente te cargas la columna vertebral sobre la que se sustenta toda la empresa.
-¿Usted es partidario entonces de que TVE tiene que comprar fútbol u otros derechos para luchar por la audiencia?
-No tenemos que competir. En el tema del fútbol, hay muchos países de la radiotelevisión europea en los que la cadena que emite la Liga de Campeones es la pública. El debate de competir no debe existir. Habría que preguntarse si los ciudadanos tienen o no derecho a acceder de manera gratuita a los mejores deportes, el mejor cine o la mejor cultura. Habría que definir cuáles son los mismos y cuáles debería dar RTVE. Sí creo que debemos tener deporte de calidad, pero también cubrir aquellos deportes o categorías que otras televisiones no van a emitir nunca, como servicio público. No se puede medir por audiencias, sino por servicio público.
-A nivel de programación, Bertín Osborne está ahora triunfando, José Luis Moreno lo hizo en las navidades pasadas con una gala y podría volver a hacerlo en las próximas… ¿El resultado justifica de alguna manera esa vuelta al pasado que parece se está implantando en TVE?
-Esta dirección nos está llevando a una televisión muy en blanco y negro, muy trasnochada, que está pensada en el pasado. Algún programa, por casualidad, puede tener audiencia pero no hay una planificación a o medio o largo plazo de programación que justifique la esencia del servicio público. Además, por ejemplo, el programa de Buruaga lo deberíamos haber hecho nosotros, no una productora externa, y a lo mejor con más calidad y otro enfoque. La producción de contenidos audiovisuales de RTVE debe ir más en el sentido de producir programas que en cualquier momento uno pueda ver, más que programaciones online con un toque trasnochado y programas que se hacían en los años ochenta y que conectan con un público de más de sesenta años, cuando cualquier cadena de TV busca la fidelización, conectar con franjas de 20-30-40 años.
-A modo de curiosidad, ¿cree entonces que volverá José Luis Moreno estas navidades?
-José Luis Moreno tuvo el fracaso de 'La alfombra roja' con la vergüenza de que no ha liquidado a sus trabajadores, cuando él sí ha recibido el cien por cien del coste del programa por parte de RTVE. Si le vuelven a conceder un programa sería absolutamente vergonzoso, pero dada la poca categoría que tiene la dirección de RTVE no me sorprendería encontrármelo con otro. Esto pasaría los límites de lo aceptable, ya que no sólo tendríamos programas malos sino que estaríamos liquidando programas a las tres emisiones y luego volver a contratar a gente que con sus trabajadores hace aberraciones como hace José Luis Moreno.
-¿Es más grave su caso que el de Mariló Montero?
-En verano ella planteó que no quería contar con los trabajadores fijos de la casa, porque no le gustaban, y que quería tirar de productora, exigió ser directora, y se la ha puesto como directora adjunta mientras que ese cargo ha sido para la ex jefa de comunicación de Ana Botella y Zaplana. Exigió también un contrato con una vigencia de un año, cuando en RTVE los contratos de los presentadores son de tres meses, y se lo han hecho de seis. Ella ha depurado todos aquellos que ella consideraba que la molestaban.
-¿Sobra entonces?
-Para UGT lo que pasa es que se quiere comparar con otras presentadoras de su franja de audiencia y el fracaso de su programa no viene derivado de los trabajadores de RTVE sino de su trabajo y su credibilidad, con tanta barbaridad y burrada que dice y que hace que cada poco seamos trending topic por ello. Este tipo de personajes no nos lo podemos permitir en una radiotelevisión pública. Son muchos años denunciando que no es la presentadora más adecuada para presentar la mañana, donde somos en algunos casos la cuarta cadena. Debe asumir que no está a la altura.
-¿El hecho de que se la renovara por esos seis meses es una «buena» o «mala» noticia?
-Tiene más que ver con las denuncias que hicimos. Como les parecía muy escandaloso darla un año se lo han dejado en seis meses. Lo que ella exigía sí tenía mucho que ver con la posibilidad de un cambio político. En general están haciendo una programación que va en decadencia absoluta, que ha hecho que nuestra influencia en informativos estuviera en un 31% y ahora esté en un 12%. Cada vez nos parecemos más a Telemadrid y Canal 9, falta de financiación, de producción, ya sólo nos queda un plató para producir, una manipulación que hace que los ciudadanos nos abandone y una estructura territorial que ha quedado a medio montar, donde la radio está siendo abandonada.
-No sé si se puede decir que la plantilla está «desaprovechada» o si es que todavía sigue vigente aquello de que en RTVE hay mucha gente «haciendo pasillos»…
-La plantilla está absolutamente desaprovechada, ultrajada y vejada. Cuando se aprobó el Mandato Marco se pensó en una producción propia interna del 60% y de un 100% en Informativos y en estos momentos estamos en un 20% de producción audiovisual, con la justificación de que es más barato producir fuera, algo que es absolutamente falso. A veces se les imputan a los programas unos costes que están en otras partidas de RTVE. Un programa que costaría 10.000 euros, como '4K de Altamira', te sale por 70.000 y luego llega una productora y te dice que lo hace por 50.000 y te venden que han ahorrado 20.000 euros cuando lo que han hecho es gastar 40.000 más. Todo esto hace que la plantilla esté desaprovechada, desmotivada… Cuando la gente tiene ganas de marcharse es porque su empresa no aprovecha su talento ni se le motiva para que no se vaya. Cuando se habla despectivamente de «hacer pasillo» estamos hablando de que la capacidad de hacer nuestro trabajo no es posible. Y eso sin contar los once contratos a dedo de la redacción en Madrid o los tres de Sevilla en Informativos.
-¿En ese apartado de los Informativos, queda algo todavía de la credibilidad que se logró con Fran Llorente?
-Yo creo que no queda casi nada, más manipulación es imposible. Estamos en una radio y televisión del partido, donde se cortan declaraciones de la oposición, donde se obvian determinados temas, donde se dan como quinta o sexta información… A Gundín se le dicta cómo tiene que ir la línea editorial de los Informativos y a Alberto Martínez Arias la de radio, con el fin de hacer una radio y televisión muy sesgada, ideologizada.
-¿El Consejo de Informativos de TVE sirve para algo o es que no puede hacer nada más?
-Quiero destacar el inmenso trabajo que hacen, que ha demostrado en estos años terribles de manipulación, la capacidad, entrega y valentía que han tenido de enfrentarse a las distintas direcciones plantándose y diciendo que no a cosas que creían que no se debían hacer, y revelándose por defender una casa independiente. Los trabajadores de Informativos no tienen nada que ver con la línea editorial de la empresa, es más, están absolutamente en contra del sesgo ideológico de la misma. Su trabajo algún día será reconocido.
-¿La unificación de plantillas de radio y televisión en los centros territoriales, garantiza su futuro o lo pone en entredicho?
-Al principio daba la sensación de que podía ser algo interesante, ver cómo llegábamos al mayor número posible de sitios con una optimización de todos los recursos que se tenían. Al final lo que ha pasado es que las teles han absorbido a las radios, hasta el punto que está a punto de desaparecer el producto radio en la estructura territorial. Hay instrucciones por parte del director de centros territoriales de que no se emitan boletines de radio cuando no se pueda, y los centros se están convirtiendo en sucursales de los telediarios, que no es la esencia de la estructura territorial, basada en la proximidad, en las noticias locales. Se está convirtiendo en la antesala de la desaparición de la estructura de RNE en los centros territoriales. No sé si corre más peligro la radio o la tele, pero sí el modelo. Estamos en la antesala de que esto se vaya al garete.
-¿Qué habría que hacer entonces?
-Hay que aclarar cuál es el papel que tiene que jugar RTVE en la sociedad, cuál es el servicio público que los ciudadanos nos encomiendan y que, una vez que estemos desvinculados de los partidos políticos y de los gobierno y que nuestra programación esté sólo al servicio de los ciudadanos. Si esto, que es la columna vertebral, no se toma en serio, este modelo está abocado a la desaparición.
-¿Hoy en día es más difícil ser trabajador de RTVE en Madrid o fuera de Madrid?
-Cada uno tiene sus problemáticas. Fuera a un técnico de sonido se le pretende convertir en cámara cuando eso son ciclos superiores de formación profesional de dos años, pero en Madrid los informativos están manipulados y mucha parte de su plantilla apartada. No conozco ningún área de la empresa que en estos momentos no esté siendo atacada por algún frente. Todo viene derivado porque en un año de crecimiento económico el Gobierno ha recortado a RTVE el doble que a cualquier otra empresa pública, más luego está el añadido de la manipulación.
-¿Ve una «mano negra» detrás de todo esto?
-Lo que veo es un plan articulado por el Gobierno del PP para que lleguemos a un momento de asfixia. No les ha dado tiempo en la legislatura para dejar esto como querían, porque en varias reuniones que el Consejo de Administración tuvo con la vicepresidenta del Gobierno se habló de una empresa de 4.000 trabajadores cuando ahora mismo somos 6.400, por lo que tenían claro el modelo que querían de reducción.
-¿El futuro de la casa depende del resultado de las elecciones de diciembre?
-El presidente de la Corporación tiene mandato hasta 2018, lo que significa que aunque cambie el Gobierno el presidente no tendría por qué cambiar si no le quitan. Dependiendo de la composición que salga del Congreso de los Diputados, y parece que va a ser un parlamento fragmentado, será un buen momento para negociar el mandato marco y que se nombre un presidente por acuerdo unánime y con el perfil de independiente, plural y profesional, porque yo creo que quien dirija RTVE debe tener un currículum próximo a los medios de comunicación y que sea por meritocracia, con un Consejo de Administración profesionalizado que sepa cómo regir RTVE. Y fuera el control de los partidos políticos y del Gobierno. Esa es la encomienda que tienen los partidos políticos después de las elecciones. También es un buen momento para que el Parlamento regule los mínimos para toda la Unión Europea sobre la radio televisión pública, agarrándose a momentos serios y con un gran respaldo de la ciudadanía.
-Lo peor entonces que les puede pasar es que no se cumplan las previsiones y que el PP logre otra mayoría absoluta…
-Si el PP sigue fiel a lo que ha hecho hasta ahora significaría a muy corto plazo el cierre de gran parte de RTVE, sin lugar a dudas.