La convivencia en la casa de Guadalix de la Sierra no pasa por su mejor momento. Suso no está llevando nada bien la ausencia de Raquel, que salió expulsada la semana pasada tras un duelo final con Sofía, la primera ‘amante’ del joven catalán. Ahora, solo y desconsolado, Suso piensa que será el próximo en abandonar el concurso, y esa tensión ha provocado que su carácter, en un principio risueño y bromista, se torne en violento y malhumorado.
La discusión que protagonizó junto a Vera le ha alejado aún más del resto de sus compañeros. Todo vino provocado por Maite, que entró en la casa vestida de pastorcilla y acompañada por un rebaño de ovejas (con las que comparaba a sus compañeros). El Súper le preguntó que quién quería que limpiara las heces de los animales, y ella no se lo pensó dos veces: “Suso, que le ha hecho mucho daño a mi hija”.
La madre de Sofía abandonó el recinto y estalló la guerra. El ‘latin lover’ de esta edición de Gran Hermano se negó a limpiar la porquería que dejaron los animales, cosa que no sentó nada bien al resto de concursantes, que no querían perder la prueba y, por lo tanto, quedarse una semana sin comer. “Eres un quiero y no puedo”, le espetaba Suso a Vera, a lo que el de Sabadell le respondió “Tú no me conoces fuera, tato. La agresividad para tu casa”. Este comentario encendió a Suso, que se fue directo hacia el bailarín de breakdance: “Agresividad la que tú quieres ver. Que me echen, que me da igual”. Marta se metió para separar a los chicos, porque todo apuntaba a que iban a cruzar algo más que palabras. Sin embargo la cosa quedó en agua de borrajas, con Vera dentro de la casa recibiendo el apoyo de sus compañeros y Suso sin compañía en el confesionario echando pestes de su rival: “Si es un feo, colega”.
Suso vs. Quique y vs. Sofía, mientras Han y Aritz hacen manitas en el jacuzzi
Pero Vera no es el único que ha tenido problemas con el moreno amante de la moda. Las nominaciones han terminado de enfrentar a Suso con Quique, con el que nunca ha hecho demasiadas buenas migas. Aun así, Suso le quita hierro a la expulsión del próximo jueves y afirma: “Esto no es una batalla. La batalla es lo que yo te gané cuando te intentaste ligar a Raquel, que te comiste los mocos, campeón”. La otra nominada, Amanda, da por hecho que es ella la que ocupa el porcentaje del 2% mostrado ayer por Jordi en la gala de Telecinco, por lo que campa feliz y esperanzada de la mano de Han, su ‘diva’ favorita.
Además, aunque sigue siendo enemigo íntimo de Sofía (la chica con la que tuvo un ‘affair’ nada más empezar el reality), tuvo que meterla en la cama y darle un beso por una prueba que el concurso le impuso. Con actitud chulesca le espetó que no se hiciera ilusiones, que nunca más iban a tener nada, ni dentro ni fuera de la casa.
Con este ambiente tan revuelto se han encontrado Han y Aritz, que aunque han protagonizado más de una pelea, siguen ajenos a todo y no paran de propiciarse gestos de cariño y subir las temperaturas dentro del jacuzzi. Tanto es así que la tesis de que sólo son amigos va perdiendo fuerza, y hasta sus propios compañeros afirman que si no es dentro, será fuera del concurso cuando vivan su gran historia de amor.