miércoles, noviembre 27, 2024
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La directora de RTVE en La Rioja estresa al 70% de su personal

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Cambios de horarios injustificables, jornadas de más de diez horas cinco días a la semana, cambios continuos de las tareas asignadas, sinergias que no son tales, incoherencias en la organización, falta de planificación… Motivos como estos han llevado al Centro Territorial de RTVE en La Rioja a ser considerado una «zona de riesgo psicosocial elevado o muy elevado».

 Así fue catalogado en el Informe de Riesgos Psicosociales del C.T de La Rioja de 21 de Marzo de 2014, en el que se hablaba de niveles medios de estrés laboral cercanos al 70% (de las 48 personas que allí ejercen), y desde entonces el tema no sólo no ha mejorado sino que ha ido empeorando gracias, según todos los afectados, a la labor llevada a cabo por la responsable del mismo, Ovidia Alberola.

La situación ha llegado a un punto de desesperación en la plantilla que ha hecho que muchos trabajadores se encuentren en situación de I. T. (incapacidad temporal), que hayan solicitado la excedencia, o incluso gestionado permisos sin sueldo con tal de no estar allí dentro.

Y todo porque no ven solución alguna al comprobar cómo desde Madrid se pasa por alto todo lo que allí acontece pese a que, con motivo de sus propias quejas, la directora ha sido denunciada desde el Consejo de Informativos por vulnerar la libertad de información y no respetar los principios deontológicos propios de la profesión periodística. 

Jefa «tirana»

Esos trabajadores de RNE en La Rioja llegaron a calificar a su directora como todo un ejemplo de «tiranía» y de «vasallismo» con el poder y con Madrid. Lo de «vasallismo» viene, según ellos, porque al parecer se ofrece para cubrir cualquier relleno de la programación nacional y se vuelca en dar la información que más agrade al poder central, «olvidando las necesidades de los ciudadanos de La Rioja».

A eso hay que añadir que reporteros y redactores sufren cambios en las noticias asignadas hasta cuatro veces en una mañana o tarde, o que los minutados y escaletas se pueden llegar a cambiar hasta seis veces en un día.

Esos mismos trabajadores, según ha denunciado UGT, incrementan su horario hasta el límite «sólo por si Madrid quiere algo», a pesar de que «lo más habitual es enviar 'encuestas Callejeras' que no quiere hacer ningún otro centro pero que la directora de La Rioja, ofrece generosamente para hacer 'méritos' a costa de los trabajadores».

Para el secretario general de este sindicato en RTVE, Miguel Ángel Curieses, «esta señora ha desequilibrado absolutamente el centro territorial». Según él, la citada Ovidia  «está llevando a esos trabajadores a una situación de estrés que es un riesgo para su salud».

También recuerda que en ese informe de Riesgos Psicosociales se señalaba que existe una percepción generalizada en el centro de déficit organizativo, con una inadecuada planificación, sujeta a constantes imprevistos, excesiva supervisión en los trabajos y escasa participación, así como ausencia de comunicación y pérdida de expectativas y apoyo.

Para UGT, la directora mantiene «una presión psicológica y represiva sobre la plantilla intolerable». La central recuerda que durante su mandato, en los tres últimos años, ya han desfilado tres jefes de medios (los responsables de toda la parte técnica) y cuatro de informativos.

Ejemplos

La situación de los trabajadores es tal que los despropósitos y las improvisaciones fruto de la mala gestión parecen reproducirse últimamente en el Centro Territorial de RTVE en La Rioja, con actuaciones que incluso engañan directamente a los ciudadanos. 

Eso es lo que ocurrió el pasado martes en el programa nacional de 'El Tiempo' que se emite a las cuatro de la tarde, justo detrás del informativo regional. Desde Logroño se enviaron unas imágenes de lluvia grabadas en la tarde del lunes sin especificar la fecha. Ese detalle provocó que en ese mismo espacio del martes se comenzase con unas imágenes de la ciudad bajo un manto de agua rotuladas como “Logroño, esta mañana”, mientras el locutor comentaba la cantidad de lluvia caída en la ciudad hacía sólo unas horas cuando en realidad no había caído ni una gota de agua en esta ciudad.

Esa misma semana, los espectadores a punto estuvieron de quedarse sin las imágenes de la inauguración por parte de la Reina Doña Leticia del X Seminario Internacional de Lengua y Periodismo. A primera hora de la mañana se envió al evento a un reportero y a un informador, sin recordar la dirección que en este tipo de actos la señal que se da es “institucional”, que el resto de los medios de comunicación no entran en la sala, y que por eso es necesario llevar otro tipo de material y más personal para cubrir la noticia (laptop, operador de video, técnico…), algo que se hizo a falta de una hora de empezar el acto.

Un mes antes, el 8 de septiembre, en el informativo de las 19:35 de RNE, se emitió el mismo audio del informativo de las 13:30, tal cual, con algunos fragmentos recortados para ajustarlo a los 25 minutos que dura el de por la tarde, con las mismas referencias temporales de la mañana («a estas horas comparece en el parlamento la consejera de salud…»).

Chapuza

En ese caso, y según denuncian desde el propio centro territorial, eso se debió a que la persona que estaba de tarde causó baja por I.T. por la mañana, y que lo mismo ocurrió ese día con la jefa de informativos, con lo que se optó por un «corta y pega» que terminó siendo una chapuza.

Tanto los trabajadores del Centro como sindicatos como UGT han solicitado reiteradamente el cese de esta directora, «por su incompetencia y su tiranía con los trabajadores, por su improvisación constante y sus consecuencias en informativos que nos llenan de vergüenza, por llenar los espacios territoriales de La Rioja con cualquier relleno que evite dar la información que sus ciudadanos necesitan, por convertir el C.T. en una casa de los horrores de la que sus trabajadores quieren escapar». 

El de la Rioja es uno más de los problemas que se vienen dando en los últimos años en los centros territoriales de la Corporación, que tuvieron su último exponente en el de Baleares, donde se compró un solar por tres millones de euros para instalar en el mismo una sede que terminó en una comunidad de vecinos, tirando a la basura el dinero desembolsado.

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