Después de reconocer en el juicio de este martes en la Audiencia de Valencia que había acosado y abusado sexualmente de tres extrabajadoras de la Radio Televisión Valenciana (RTVV), el exsecretario general de ésta, Vicente Sanz, podrá saldar su pena con dinero y no con años de cárcel.
Por un lado tendrá que pagar una multa de 15.840 euros por tres delitos de acoso sexual y otros tres de abuso sexual, así como una indemnización total de 210.000 euros a las tres extrabajadoras (60.000 a una y 75.000 a cada una de las otras dos).
Nada que ver con la pena que pedían para él las acusaciones, de hasta un máximo de 24 años y nueve meses de prisión, e incluso excompañeras de la extinta cadena pública que, a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Valencia, le recibieron con gritos de «a presó» («a prisión»).
Hay que recordar que fue en febrero de 2010 cuando tres trabajadoras de RTVV denunciaron en los juzgados de Paterna a Sanz, exnúmero dos del ente público, y relataron vejaciones sexuales, amenazas y miedo.
Según ellas tuvieron varios encuentros con Sanz, a petición de éste, tanto en su despacho como en su apartamento en Canet (Valencia), en los que supuestamente les pedía favores sexuales. Un año después, el exdirectivo fue procesado por un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
Algo más de un año después, en julio de 2011, tras haber sido destituido de su cargo por esas denuncias, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Paterna procesó a Sanz al considerar que había indicios de que el acusado se sirvió de su puesto para solicitar entre los años 2007 y 2010 favores de naturaleza sexual a estas tres periodistas.
Sanz, que fue presidente del PP en Valencia entre 1993 y 1994, hasta que en una grabación se le vio diciendo que estaba en política para «forrarse«, ocupaba un cargo en RTVV desde 1995.
Vicente Sanz no sólo estaba imputado en este procedimiento sino que también lo está en el caso Gürtel que se instruye en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana y en la que se investigan presuntas irregularidades en contrataciones de RTVV con motivo de la visita del Papa en 2006 a Valencia.