No se guardó nada para sí. Laura Pausini aceptó sentarse con Risto Mejide en 'Al Rincón' y lo mismo habló de la infidelidad de su pareja que la llevó al psicólogo que de su ropa interior o de sus salidas nocturnas.
Hasta bromeó sobre el «descuido» con su ropa en pleno concierto en Perú, donde dejó al aire sus partes más íntimas. Según ella, «hice la última canción con mi último cambio de vestido, y la chica que arreglaba mi camerino ya había quitado todos los vestidos y solo me quedaba la bata. Había un body negro, que no me quito en todo el concierto, y unas medias de color carne. No me di cuenta hasta que vi a un chico sorprenderse en primera fila».
La italiana le aclaró a Risto que nunca podrían pillarle desnuda, «es imposible que estuviera desnuda porque no voy así. Mi 'miga' es mía y de mi novio«, y añadió que «no tengo cosas muy sexys y no quiero enseñarlas».
Es más, señaló que «tampoco salgo de discotecas y no he tenido un polvo de una noche. Me dicen mis amigas que puede ser el gran error de mi vida». De todas formas, antes de irse le recomendó al presentador y a todos los oyentes que «vayas donde vayas, ponte bragas».
Con anterioridad había recordado cómo sufrió en su piel el desamor y la desilusión al «pillar» con otra a su pareja: «Descubrí qué era ser dependiente cuando estaba sola. Recuerdo que regresé a casa con una sorpresa y la sorpresa me la encontré yo. No sabía qué hacer, parecía que se me caía el mundo. Hasta que no me enfrenté viéndolo con mis ojos, no lo creí».
Su reacción fue conducir desde Milán al pueblo donde creció, porque confesó que nunca da segundas posibilidades a nadie. «Cuando rompo cualquier tipo de relación, no solo sentimental, debo alejarme de esa persona y su entorno para protegerme. La segunda oportunidad que le di duró una semana. Mientras que lo estás viendo dices que no, pero es tan evidente…».
A aquella situación se sobrepuso gracias a un psicólogo. «Tuve que recurrir a uno, aunque con suerte sólo dos meses, ya que no veía la hora de que alguien me ayudara porque no era capaz de hacer nada sola».
La cantante negó también que fuera una diva por solicitar ciertas cosas en su camerino, «pedir cosas no es ser una diva porque yo vivo dentro de los camerinos y viajo con muchas personas. Normalmente me ponen cosas que no puedo ni debo comer».