Sentadas, concentraciones y hasta denuncias de “fascismo empresarial” sirvieron a los trabajadores de RTVE para protestar por la llamada “lista de rojos” elaborada por una persona de confianza de la cúpula. Ahora, dos años después, la dirección de la Corporación no ha podido culminar la “caza de brujas” que presuntamente pretendió con aquella lista, y no ha sido precisamente por no intentarlo.
Cecilia Gómez Salcedo, la persona que redactó aquella misiva con la ideología política y sindical de los componentes de la redacción de Informativos, episodio calificado desde UGT como “el más fascista y antidemocrático de la historia democrática de RTVE”, pagó por ello con la pérdida de su puesto de Directora de Programación y Gestión.
Eso sí, aquel cese llevado a cabo por los entonces presidente de la Corporación, Leopoldo González-Echenique, y su director de Informativos, Julio Somoano, fue compensado el pasado mes de diciembre por el sucesor de este último, José Antonio Gundín, nombrándola nueva Directora de Economía.
Una de las personas que figuraban en la lista, Alejandro Caballero, que en febrero fue reelegido por sus propios compañeros como presidente del Consejo de Informativos del ente público, cree que si la purga que se intentó hacer con ella no se ha llegado a completar ha sido «porque trece estamos ahora dentro del Consejo”.
Por ese motivo cree que “es complicado que puedan hacer algo contra nosotros”, aunque recuerda que no todas aquellas personas han corrido la misma suerte, “algún profesional vinculado a un programa como ‘Informe Semanal’ ha terminado recalando en el Canal Parlamento”.
Caza de brujas
Lo que en un principio tenía que ser tan solo un comunicado interno entre Cecilia Gómez a la consejera elegida a propuesta del PP, Rosario López Miralles, de la que fue asesora, y suponiendo que el escalafón de interesados acabaría en ella, terminó llegando a toda la plantilla.
Por supuesto, a nadie gustó que en esa lista se vertieran acusaciones y descalificaciones, “de extrema gravedad”, sobre todos y cada uno de los miembros de los Servicios Informativos, así como valoraciones de tipo ideológico y político de todos ellos, como a qué partido solían votar.
Desde UGT se tildó a Gundín de “comisario político impuesto por el Partido Popular», y se destacó que su objetivo no era otro que “eliminar el rojerío que invadía la redacción de Informativos de TVE”. De ahí que se subrayara que el nombramiento de Cecilia entraba dentro de la dinámica de “recompensar el perfil del chivato, comisario o controlador”.
Para UGT, el papel de Cecilia, desde su nombramiento como Directora de Economía, no ha sido otro que “el de dirigir la caza de brujas, la purga ideológica de los servicios informativos”.
Eso no quitó para que el mismo sindicato, como el resto, condenara el pasado mes de enero la aparición de una soga en la mesa de la citada Cecilia, pidiendo tanto que se depuraran responsabilidades al respecto como la dimisión nuevamente de ella por el tema de las listas.