Ser funcionario, haber entrado por oposición a RTVE, ya no es sinónimo de un trabajo de por vida. Sobre todo a partir de enero de 2016, según ha dejado entrever el director general Corporativo de la casa, Enrique Alejo.
Según explicó el directivo, “las oposiciones ya no existen. El de RTVE es un trabajador, según el estatuto, con contrato indefinido. Cómo entró aquí ya no es relevante, sino qué dice su contrato. Ese blindaje ya no existe, salvo en el convenio colectivo, que vence a finales de 2015. A partir de ese momento se podrían realizar despidos según lo previsto en el estatuto de los trabajadores”.
¿Cuántos despidos? Ese es el gran interrogante que falta por desvelar, aunque los sindicatos de la casa estiman que podría situarse por encima de los 2.000 trabajadores, habida cuenta de que ya con Soraya Sáenz de Santamaría se escuchó al Gobierno fijar en 4.000 el tope de personas que deberían formar parte de la Corporación (en la actualidad la plantilla supera los 6.300).
A diferencia de todos ellos, Enrique Alejo, que ejercía hasta su nombramiento como director general de Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, no sólo no accedió a su cargo por oposición, en abril de 2013, sino incluso tampoco por consenso político. Al igual que su presidente, José Antonio Sánchez, lo hizo, como señalan en UGT, por “Decreto Ley del Ejecutivo del PP”.
Ni “puñetera idea”
Esta amenaza velada del director general Corporativo de la casa no ha pillado de sorpresa, por ejemplo, al secretario general de UGT en RTVE, Miguel Ángel Curieses, que recordó a este periódico que “SEPI, la Corporación misma y Hacienda, durante la negociación del II Convenio de la Corporación, ya quisieron proceder a los despidos, y lo de ahora no es un riesgo que nos habíamos inventado”.
Según él, “desde la propia dirección se ha intentado intervenir”, por lo que cree que «con el fin del convenio colectivo a finales de este año termina por tanto la garantía del empleo en RTVE”.
Curieses considera que este caso podría ser similar al de Telemadrid, “donde se procedió a los despidos sin importarles que con posterioridad se estableciera que fueran nulos o improcedentes”, por lo que está seguro de que “Alejo no tiene ni puñetera idea de la empresa que gestiona”.
Hay que señalar que el mismo Alejo ha manifestado en una entrevista en ‘El Mundo’ que “en RTVE hay mucha gente produciendo, y poca gente imaginando y vendiendo”, lo que para Curieses significa que “piensa que hay mucha gente que no está trabajando en la casa, cuando esta es una empresa en la que hay mucho talento”.
El problema, según él, es que “cuando se ha demostrado ese talento se lo han robado a través de los directores externos que se han contratado desde la época de Luis Fernández, que han preferido que esos proyectos los hicieran otras productoras”.
Comparación odiosa
Lo que es seguro es que en RTVE no habrá otro ERE como el de 2007, con el que se prescindió de todos los mayores de 52 años, porque, como el propio Alejo ha resaltado, “no tiene ningún sentido ni por el coste ni por el modelo”.
Más factible es que se siga intentando aprovechar lo de la ‘optimización de recursos’, como el de que boletines radiofónicos de Radio 1 y Radio 5 se unifiquen, por mucho que para el secretario general de UGT eso sólo conlleve el final de las emisoras territoriales, “RNE son las 52 emisoras que tenemos, no sólo la Casa de la Radio” (la de Madrid).
Según datos de RTVE, en Mediaset y Atresmedia los gastos de personal suponen en torno al 15% de los costes, mientras que en la Corporación esos gastos alcanzan el 36% -en las públicas europeas la media es similar, alrededor del 33%-. Curieses puntualiza, sin embargo, que “lo que no tienen en cuenta es que esos dos grupos trabajan además con muchas productoras”.
Hay que recordar que, según el mandato marco para RTVE, se establece que el 100% de los Informativos debe ser producción interna, así como el 60% de la Ficción y el 55% del Entretenimiento, mientras que en la actualidad esos porcentajes son del 90% en Informativos, algo más del 70% en Ficción, y el 33% en Entretenimiento, por lo que desde UGT se cree que “no sólo no hay que reducir la plantilla sino que hay que aumentarla”.
Por ese motivo cree este sindicato que lo que ha hecho el director corporativo, al que tildan de “indecente e inmoral”, no es sino “una declaración de guerra en todos los aspectos”. De ahí que hayan vuelto a pedir su “cese inmediato” por ser “el instigador de todas las medidas que han llevado a esta empresa a la situación en la que nos encontramos, de déficit estructural, audiencias residuales, amparo de la manipulación y desmantelamiento de la estructura territorial”.