Por muy increíble que parezca en pleno 2016, y en un país supuestamente moderno y tolerante, un espacio como Sálvame todavía se atreve a hacer un «test de macho» a una persona para intentar saber su orientación sexual.
Eso es lo que hicieron Paz Padilla y los responsables del espacio de Telecinco a Aritz, el segundo clasificado de la última edición de Gran Hermano, aunque parece que los resultados obtenidos no eran, ni de largo, los esperados por todos ellos.
Las redes sociales han cargado mucho más duramente contra el programa por esta maniobra que la propia víctima del test, que quizás ya sabía que acudía al mismo para intentar explicar su experiencia y la relación que mantuvo con el chino granadino tanto en la casa de Guadalix como fuera de ella.
El bilbaíno insistió en que «he dicho que quiero mantener una buena relación», y reveló que había dormido con su compañero una vez fuera ambos de la casa, «es una relación que ha sido y sigue siendo muy bonita. Yo salí diciendo que me gustan las personas y lo he dicho en todo momento, no me he intentado excusar».
Aritz mantuvo que eso mismo había hecho durante el concurso «hasta que hubo un punto en el que cambiaron las cosas», e incluso confesó que «creo que, en un momento, Han me llegó a atraer, si no, no hubieran pasado esas cosas«.
No le gustó tanto el llamado «test del Euskal Matxo», con el que el programa intentaba averiguar su orientación sexual a través de la elección entre varios rostros famosos. Las redes sociales estallaron cuando el test insinuaba que «por mantener relaciones con otros hombres se dejaba de ser un macho«.
El propio perfil oficial del programa quiso quitarle hierro al asunto tras el aluvión de críticas recibidas en las redes: «Amigos, un poco de sentido del humor. Lo del test 'Euskal Matxo' es de broma, nos encanta lo homo y lo hetero. ¡Riámonos!».