«El modelo de radio pública a aplicar me la suda. Como si tengo que cantar yo«. Esta frase parece que es la que le ha costado el puesto a Alfonso Sánchez, director de Onda Madrid, que ha sido destituido por el Consejo de Telemadrid de forma fulminante horas después de la grabación publicada por la Cadena SER.
Ese testimonio lo habría realizado durante una reunión mantenida con los trabajadores durante la negociación del ERES de Telemadrid en el que fueron despedidos cinco redactores de la radio y tres técnicos de sonido, que al parecer, según habrían denunciado ellos mismos, habían sido incluidos en la plantilla de la televisión de la que nunca formaron parte.
Hay que recordar que Sánchez percibía 83.000 euros al año y cobra un complemento por la «calidad» de su trabajo. Durante esa labor ha autorizado durante los últimos meses la eliminación de programas, el recorte de la programación deportiva, cuyos programas venían siendo los más escuchados y la contratación de colaboradores externos.
Bajo su mandato, Onda Madrid ha marcado mínimos históricos de audiencia, hasta el punto de que en 2014, con 4.000 oyentes, se convirtió en la emisora autonómica menos escuchada de España.
Su cese ya se preveía después de que algunos consejeros del ente público, como el de Presidencia, Ángel Garrido, desautorizase las palabras del responsable de la radio pública afirmando que «a nosotros sí nos preocupa el modelo; la prueba es que hemos redactado un nuevo modelo, profesional, plural, sostenible y basado en el consenso». Para él, las palabras de Sánchez habían sido «desafortunadísimas«.