Partidos de fútbol, sí; estrenos cinematográficos recientes, también; series exclusivas, por supuesto; documentales premiados, claro, pero lo que en ningún caso tenían los otros canales era… el porno. La mítica película de la madrugada del viernes, que muchos veían incluso codificada, dice ahora adiós para siempre con el final de Canal +, la cadena que desde este lunes ha dado paso a #0.
«Algo grande, algo especial, está a punto de llegar», era la frase con la que se promocionaba el canal hace 26 años. Para comprobarlo había que pagar 3.500 pesetas de entonces, unos 22 euros hoy en día. Eso, o verlo con rayas, como queda dicho hacían algunos.
Otros se conformaban con 'Lo + Plus', o 'El día después' y su famosa sección 'Lo que el ojo no ve', o ese programa llamado 'Epílogo' en el que sólo se veía a sus protagonistas cuando habían muerto, o incluso con los guiñoles franceses que recreaban sin embargo a gente popular de aquí, y que dejaron de hacer gracia cuando empezaron a meterse con Nadal y otros deportistas españoles, pero lo novedoso, lo realmente nuevo, era la peli porno del viernes.
Ese era el día de los estrenos más relevantes de la cadena, y era precisamente después de éstos, ya en la madrugada (y si no se estiraba la programación hasta que llegara ésta), cuando se avisaba a la audiencia de que lo que iban a ver a continuación podría «herir su sensibilidad».
Felipe, su avalista
Canal+, que vio la luz gracias a la concesión que hizo Felipe González al grupo Prisa, toda vez que en un principio todos los canales privados tenían que ser generalistas y por tanto gratuitos, inició sus emisiones en pruebas un 8 de junio de 1990 y el 14 de septiembre las regulares.
Fue el descubrimiento de gente como Michael Robinson, que todavía sigue haciendo carrera en nuestro país comentando el partidazo del Plus, en vez de corriendo la banda en Osasuna, o de gente con caché cultural como Máximo Pradera, el escritor y exdiplomático Fernando Schwartz e incluso de Ana García-Siñeriz.
También cuna de individuos como Ramón Arangüena, Javier Coronas, Nico Abad, Manu Carreño o el mismísimo Joaquín Reyes, y, por supuesto, Hilario Pino, que se hizo si cabe más famoso gracias a su guiñol y al latiguillo de 'Buenas noches, noches'.
Y, cómo no, la casa de series que se convirtieron en míticas como 'Friends', 'Los Soprano', 'Seinfeld', 'Frasier' o la más reciente 'Juego de tronos'.
Su sustituto, #0, vuelve a ser la gran apuesta de una plataforma, en este caso Movistar Plus, y en él tendrán también cabida formatos de entretenimiento, humor, ficción, deporte, factual, información, documentales y reportajes, con fichajes ilustres como los de Andreu Buenafuente, Raquel Sánchez Silva, Iñaki Gabilondo o Eva Hache.
Para Fernando Jerez, su director, los objetivos a corto y largo plazo son los de «crear un canal que genere valor a los clientes de Movistar Plus, con contenidos exclusivos ya que esta es una estrategia interesante y aportar producción propia de entretenimiento en un canal con una marca sexy, divertida y moderna». Sexy, sí, pero porno ya no. Lo del viernes ya pasó a mejor vida.