«Yo no suelo contar estas cosas, ¿qué me estás haciendo?”. Esa frase es la que le dijo Susanna Griso a Pablo Motos este pasado jueves en ‘El Hormiguero’, al darse cuenta de que estaba contando secretos íntimos que nunca antes había revelado.
La responsable de las mañanas de Antena 3, pese a todo, no rehusó ninguna cuestión, ni tan siquiera la siete «más personales» que le hizo su entrevistador, pese a que le señaló que «soy muy pudorosa y normalmente tendríamos que pasar dos días y una noche, al menos, para que te contara esto».
Sin embargo, de promoción de Dos días y una noche, el espacio que pronto conducirá en Antena 3, hasta reveló cómo conoció a su marido, «trabajábamos los dos en la misma radio, yo en la sección de economía y el de política, y siempre le veía entrar con su casco y sus botas camperas«.
Esa imagen parece que no duró mucho ya que, aunque cuando hablaron ella comprendió que no tenían aficiones comunes («no coincidíamos en gustos en cine, televisión, restaurantes…, en nuestras vidas, pero veía que había algo«), subrayó que «cuando nos fuimos a vivir juntos lo primero que hice fue esconderle el casco y las camperas».
La presentadora de Espejo Público también contó que «nuestro primer beso fue en una fiesta de disfraces. Fue lento, muy antiguo. Yo iba de india, de hindú, y él de monaguillo«, algo que al parecer «no sabían ni mis hijos».
Motos empezó entonces con el cuestionario que dijo sí se había preparado, y le preguntó que tuit se mandaría en el futuro, cuando ella tenía diez años, y ella apostó por el de «relativiza, no te tomes tan en serio las cosas«.
También quiso saber qué pensamiento feliz le vendría a la mente si la tuvieran que poner una anestesia y se lo pidieran: » Mi obsesión ha sido siempre en ese instante que me van a pinchar con el bisturí y estoy despierta y les digo cien veces que todavía estoy despierta, pero si tuviera que pensar en algo positivo supongo que sería algún viaje, como el de Canadá que hice con mis hijos hace dos años, y pensaría en un lago y en una puesta del sol».
Susana Griso eligió además como poder paranormal «el ser invisible, eso me encanta, para meterme en la Moncloa, en esas reuniones», aunque puntualizando que «no me gustaría que eso sirviera para estar en sitios donde se está hablando de ti, porque debe ser tremendo».
La presentadora aseguró que no mataría a nadie si matar no fuera ilegal, «soy muy pacífica para eso, jamás», y confesó que en lo que es realmente buena aunque no lo sabe la gente es «escuchando, eso es algo que se me da bien desde pequeña. Me ha interesado más lo que me contaba que lo que yo pudiera contar en una conversación, era el paño de lágrimas de mi entorno, me decían que tenía que ser psicóloga».
Además descubrió que nunca se ha roto un hueso, «tengo cicatrices de guerra pero nada más», y que no le gustaría ser inmortal si pudiera, «tiene que ser muy difícil que te pasen por delante todos los que tú quieres«.