La producción de Gran Hermano VIP debe estar preguntándose si fue o no una buena idea el haber metido a invitados a su casa. A las quejas de Raquel Bollo por la llegada de Aguasantas y el malestar causado por Víctor Sandoval a Rosa Benito, Julián Contreras y Sema ahora hay que sumar el problema físico padecido por Rappel, por culpa de unas palabras de Belén Esteban.
La colaboradora de Sálvame estuvo un rato charlando con el vidente y al término de la misma éste sufrió un momento de crisis que le obligó a visitar el hospital para realizarse un chequeo.
Al concursante pareció venírsele el mundo encima después de haberle preguntado a Belén por cómo se encontraba su familia. La respuesta, e incluso la cara que puso ella no debieron satisfacerle, hasta el punto de que empezó a preocuparse en exceso por qué estaría pasándole a su hija.
En ese momento, Rappel acudió al confesionario para tranquilizarse pero, al ver su estado, la organización decidió evacuarlo al hospital para realizar un chequeo tras una importante subida de tensión.
Afortunadamente, el resultado de las pruebas parece que ha sido favorable, lo que, después de darle unos tranquilizantes, le ha permitido al vidente volver a Guadalix a las pocas horas.
La subida de tensión que ha tenido ha llegado en el peor momento para Rappel, después de que Kiko Matamoros lograra su objetivo de poner en entredicho su profesionalidad, al hacerle unas preguntas como vidente en las que éste fracasó de manera rotunda. Sus preguntas trampa durante una sesión de cartomancia le han dejado mal ante Laura Matamoros, que creía en él.
Hay que recordar que, entre otras cosas, Matamoros le preguntó cuánto tiempo aguantaría Benítez como entrenador del Real Madrid, alguien que lleva tiempo fuera del club, o las posibilidades del equipo en la Copa del Rey, y el hombre de las túnicas no dio una a derechas.