En unos siete años, los que lleva siendo mujer, Amor Romeira, la que fuera concursante de la novena edición de Gran Hermano, ha mantenido sexo con más de 1.500 chicos distintos, a razón por tanto de más de 200 por año.
Esta es una de las confesiones que le ha hecho a 'El confesionario de Kiko', el blog del colaborador de Sálvame, donde revela hasta su récord personal, «en una noche he llegado a hacerlo hasta siete veces con siete tíos diferentes».
A ella, por lo que parece, le da igual el horario, «por la mañana con uno. Al mediodía con otro. Por la tarde con otro. En la discoteca con uno. En el coche con otro. Y, al llegar a mi casa, con otro«, aunque precisa que «esa fue la locura del primer año».
Según ella, hasta su madre se preocupó entonces por su ritmo de vida. «En el primer año mío de operada hasta mi madre me sentó y me dijo ¿qué estás haciendo con tu vida?», aunque eso nunca le preocupó porque su objetivo era recuperar todo el tiempo que la naturaleza le quitó.
La chica no tiene por tanto problema alguno en reconocer que «he sido ninfómana, e incluso estuve en tratamiento psicológico en Fuerteventura porque tenía un problema, quería hacerlo a cada rato».
De esa lista de 1.500 chicos, Amor admite que más de veinte eran famosos, desde toreros a futbolistas, pasando por actores, sobrinos de cantantes o «nietos de generalísimos» y que incluso tuvo un lío con una actriz española muy famosa en una discoteca de Talavera de la Reina.
De cara al futuro adelanta que «tengo un instinto maternal que no sé de dónde me ha salido y estoy obsesionada con que quiero ser mamá y tener una niña», porque «quiero tener una sucesora mía que se lleve mis cosas, mi ropa, mi cariño, mi amor, educarla, quererla, amarla…».
Hasta sabe cómo lograrlo: «Quiero adoptar una niña venezolana, aunque también he pensado en la gestación subrogada, incluso en óvulos de mi hermana para que tenga mis genes», señala.
Sobre su trabajo, Amor se ve «triunfando fuera de España como actriz de culebrones y con mis singles de verano. Siendo una chica reconocida por su talento y por su trabajo». Y es que no quiere ser recordada por su paso por un reality, «eso es un lastre».
Claro está que también sabe que «si yo no hubiera entrado en Gran Hermano no sé si estaría limpiando escaleras o comiendo mierda para intentar ahorrar y pagarme una operación de resignación de sexo, por lo que siempre estaré agradecida y orgullosa de mi paso por el programa».