Más ensayos, más retransmisiones, más participantes y… más de todo. Si algo caracteriza al Festival de Eurovisión es que no se escatima nada y quizás por ello este año hasta los Premios Nobel se rinden al mismo.
En el lugar donde se entregan, el salón dorado de la Sala de Conciertos de Estocolmo, será donde tendrá lugar este próximo domingo la recepción oficial de todos los participantes, que, como los premiados por la Real Academia de Ciencias de Suecia, también desfilarán por una alfombra roja.
Tres días antes, este jueves, toda la delegación española aterrizará en Estocolmo, con Barei a la cabeza, mucho más pronto que en ediciones anteriores, para poder tener más posibilidades de éxito que entonces.
Al menos esa ha sido la intención de la organización, que los países que no participan en las semifinales tengan la misma promoción previa al certamen que los que sí lo hacen, como explicó Federico Llano, subdirector de Festivales de TVE, «la UER veía que el no tener tantos ensayos y el no aparecer previamente en televisión nos restaba promoción«.
Un Festival que une
Por ese motivo este mismo viernes ya tendrá el primer ensayo Barei sobre el escenario, al que seguirán otro el mismo domingo y el lunes, antes del general del día 13. Antes de éste, en la primera de las semifinales del 10 y el 12, que ofrecerá en directo La 2 de TVE, los telespectadores de toda Europa podrán ver a nuestra representante en pantalla, en una grabación superior al minuto de duración.
Ya el propio día 14, el del Festival, La 1 no sólo emitirá la competición, con los comentarios de José María Íñigo y Julia Varela, sino un especial previo y posterior, titulado Objetivo Eurovisión, que presentará Anne Igartiburu, con Edurne y Ruth Lorenzo.
Todo es poco, según Federico Llano, para «uno de los programas más grandes del mundo, que nos une a todos los europeos» (más de seis millones de audiencia y un 39,3% de cuota el pasado año en TVE), mientras que para todo un veterano como Íñigo, se trata de «un trabajo de mil demonios en el que todos los ensayos nunca están de más para que salga igual de bien que siempre al final».
Por lo que respecta a Barei, ésta subrayó que «es una gran responsabilidad representar a tu país«, y quizás por eso no quiso, como otras cantantes en años anteriores, hablar de victoria final, «no tengo ni idea de qué posibilidades tengo, pero lo que me va a servir a mí para saber si he ganado o no es si mi actuación logra transmitir».
La cantante dice estar tan metida en su papel que incluso antes de llegar a Estocolmo asegura que «ya he visualizado hasta el olor que hay en la sala donde actuaré».