La segunda gala de Supervivientes no sólo vino acompañada del habitual destierro por parte de la audiencia sino también de un abandono definitivo. Miriam Saavedra protagonizó el primero, por aclamación popular, mientras que Antonio Tejado fue el artífice del segundo, por prescipción médica.
El caso es que ya avisó al principio del programa el propio Jorge Javier Vázquez que «va a ser una gala muy complicada«, aunque él sólo se refería a las malas condiciones climatológicas que había en la isla.
Esos problemas técnicos causados por la tormenta, «la que está cayendo» dijo la propia Lara Álvarez, provocaron hasta seis segundos de retardo en el sonido, aunque ni eso amedrentó a la copresentadora, «a nosotros no nos frena nada y encontraremos la solución para que nos veáis».
Y, aunque la audiencia no pudo ver la habitual prueba para elegir a los líderes de cada equipo (el mal tiempo hizo que se tuviera que recurrir a las votaciones entre ambos grupos), sí vio el momento en el que la novia de Carlos Lozano creía haber dicho adiós al programa.
Carlos, el 'tranquilizante'
Y es que, después de que Yola Berrocal y Dulce fueran las primeras salvadas por los telespectadores, Miriam, que se había quedado ya en un cara a cara con Víctor Sandoval, descubrió que los fans del programa no querían seguir viéndola.
Lo curioso del caso es que ella no se lo tomó mal, con frases como «ha sido una bonita experiencia a pesar de algunas conflictos les quiero un montón» o en la que confesaba que «podría haber tenido más energía y actitud esta semana pero no podía. Igual estoy tranquila y no me arrepiento de nada”, y que se derrumbó cuando el presentador le dijo que todavía seguía concursando, pero en otra isla.
Miriam se echaba a llorar, mientras indicaba que «esto es muy duro, no me gusta que me vean así pero es muy difícil», y tuvo que ser el mismísimo Carlos Lozano el que la tranquilizara, vía telefónica, «estás muy nerviosa, relájate, no pasa nada. Es una experiencia muy fuerte y tienes que aceptarla. Aguanta un poco más. Todo está muy bien, también te extraño y tienes que ser fuerte y sobrevivir».
La joven le respondía con un 'enternecedor' mensaje: «Mi amor te necesito tanto gordo, dime que todo está bien», para a continuación darse cuenta de que así no iba a ninguna parte, «qué vergüenza, no quiero que me vean así como una tonta”.
Baja médica
El que ya no tendrá que quejarse por nada es Antonio Tejado, del que primero Jorge Javier dijo que seguía bajo observación médica, «él jura y perjura que se muere de dolor», y al que comunicaba más adelante su adiós, «la protusión discal en la columna ha empeorado, Antonio debes abandonar el concurso y regresar a España».
El concursante había reconocido previamente que «me cuesta caminar bien, ayer estuve en el hospital y tengo informes médicos. No tengo que demostrarle nada a nadie. A la polémica estoy acostumbrado desde hace años, lo que me preocupa es mi salud«, quizás por aquello de que alguno de sus compañeros no le creía.
Al comunicársele su marcha, Tejado señalaba que «me da pena abandonar porque soy un tío de todo o nada y debía haberme reservado las fuerzas para más adelante«.
En el resto de la gala lo más destacado fue que quedó claro que nadie del equipo de Mila Ximénez quiere a Dulce en la isla (la criticaron por usar mucho papel higiénico y la volvieron a nominar), y que Suso ha tenido que cambiar de equipo, para compensar un poco tanta baja en uno de ellos. Eso y que los nominados, además de la exniñera de Chabelita Pantoja, son esta vez Víctor Sandoval, Mario y El Dioni.