Ni desamiantado, ni nuevas construcciones. TVE ya ha comunicado a sus trabajadores que, como mínimo hasta el verano de 2017, no dispondrán de ningún plató más dentro de sus instalaciones. Es decir, que hasta esa fecha sólo contarán con uno a pleno rendimiento, el número 5, y otro, el 2, como mucho, al cincuenta por ciento.
Así de claro se lo ha dejado Enrique Alejo, director general Corporativo, pese a que al mismo tiempo les precisaba que el objetivo de la casa era generar «constantemente» contenidos propios que vender y distribuir por las nuevas plataformas de difusión digital, «copiando el modelo BBC»
El 'haz más trabajo, más bonito, pero con menos medios' que les dejó entrever Alejo es, para UGT, el sindicato mayoritario en la casa, «un nuevo intento de tomar el pelo a los trabajadores, a sus representantes y al conjunto de la sociedad«.
Después de la reunión, en un comunicado publicado en la Intranet por la dirección se podía leer que «es necesario revitalizar la producción de la Corporación RTVE». El calificativo que ha recibido por parte de la plantilla es de «inmenso ejercicio de hipocresía, un conjunto de frases vacías». Las fuentes consultadas han resaltando a la vez que «tienen el rostro de tomarnos por idiotas y pretender que aceptemos una mentira como un castillo, que cuanto hacen es por el bien de nuestra producción».
Promesa incumplida
Eso sí, a diferencia de ese 'modelo BBC' del que hablaba Alejo -quien no citó que la pública inglesa no sólo no ha cerrado platós sino que ha construido BBC Estudios- en el mejor escenario previsto, como puntualizó Alejo, TVE no tendrá el Estudio 3 hasta mediados de 2017, el Estudio 1 casi a finales de ese mismo año, y el 2 no estaría hasta finales de 2018.
A ello hay que sumar que el 10 y el 11, los llamados Estudios Color, los primeros desde donde se emitió en color, que fueron cerrados de manera fulminante a la espera de su desamiantado, y dentro quedaron vestuario y equipos que no se han podido retirar, sólo se desamiantarán si no se construyen los acordados por la venta de Buñuel, aunque tienen más posibilidades de ser derruidos, al ser tres millones de euros más barata esta opción.
Como precisa a este periódico el secretario general de UGT, Miguel Ángel Curieses, esta situación no tiene nada que ver con la prometida en su día, «en tiempos de Leopoldo González Echenique. El compromiso que había era que no se iban a entregar los platós de Buñuel hasta que no estuvieran construidos el 4 y el 6, y cuando estuvieran echas las obras del 1, 2 y 3″.
La solución ideal que ha encontrado la dirección es alquilar naves que con dinero público ha reconvertido en platós para beneficio de otros particulares. De momento son dos, a razón de 700.000 euros, cifra a la que hay que sumar lo que cuesta trasladar a las mismas el equipo y el personal. Como dice Curieses, «es una chapuza tras otra chapuza».