miércoles, septiembre 25, 2024
- Publicidad -

«Prohibir la estelada produjo erisipela en Puigdemont y la muy absurda Colau»

No te pierdas...

La decisión de prohibir en un principio la estelada en el Estadio Vicente Calderón el próximo domingo, con motivo de la final de la Copa del Rey, sigue provocando múltiples reacciones, tanto de partidarios como de detractores de la medida. 

Entre los primeros está Carlos Herrera, para quien la misma «ha producido la erisipela de sujetos como Puigdemont o la inefable y muy absurda Ada Colau». En su tribuna precisa que «el que no concurran a la final no creo que suponga ninguna depresión para nadie, habida cuenta de lo mal que deben de contar los chistes».

El locutor de COPE cree que «el Barça, siempre al plato y a las tajadas, se ha rasgado las vestiduras por privarles a los suyos, supuestamente, de un elemento clave en la transmisión de ánimo a sus jugadores, pero no se ha atrevido a dar el paso consecuente con el que radicalizaría su apuesta por el objetivo político: renunciar a participar en esa competición y no presentarse ni a esa ni a ninguna otra de ámbito español».

Para él, si no dan ese paso es «porque son lo que son», por lo que subraya que «mientras no den ese valiente paso, acepten la interpretación de la legalidad tendente a respetar los símbolos del país en el que aún compiten. Lo demás es tontería identitaria muy propia del tiempo de hogaño y del territorio en cuestión».

Herrera considera que quienes exhiben esta bandera «lo hacen como medio reivindicativo hasta lograr el sueño de llegar a la playa soñada del estado propio. Inmediatamente después, tal como aclaran, sería depositada en el Museo de la Independencia y pasarían a utilizar la de uso común, cuatribarrada sin estrellas ni chorradas».

Incluso recuerda que «en Estados Unidos la bandera confederada es un elemento decorativo «vintage» que algunos jovenzuelos cuelgan de las paredes de su cuarto, lo cual no tiene trascendencia: el problema le sobrevendría al que quisiera colgarla del mástil de un ayuntamiento, cosa que le costaría un disgusto en proporciones norteamericanas, que suelen ser intensas».

En este sentido subraya que «hay países en los que silbar el himno o flamear banderas inadecuadas provoca serias consecuencias. En España, siempre que están presentes equipos como el catalán o el Athletic de Bilbao parte de su afición aprovecha para el escarnio a los símbolos comunes, Himno o Jefe del Estado, ante el regocijo lerdo de individuos como Artur Mas o algún otro cretino».

M. A.

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -