viernes, septiembre 20, 2024
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Diez famosos que muestran la relación de la TV con la drogadicción

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Sudoraciones, aumento del pulso y descenso de la temperatura corporal. Los síntomas que se experimentan con el consumo de drogas, siempre se había vinculado más en nuestro país con el mundo del cine y por supuesto de la música, por aquello del 'sexo, drogas y rock and roll'.

Desde hace unos años, esos síntomas no sólo se relacionan con los telespectadores -los que son adictos a las series, según proclamó un estudio de la empresa Neuromarketing Labs para Fox y Vodafone- sino con los rostros habituales del medio. Algunos, incluso, sin quererlo, como Aritz, el 'gran hermano' que ha denunciado ahora que ha sido drogado y, en esa situación, casi violado. 

Casos como el excompañero de Han no suelen ser habituales, pero el tener que estar siempre presentables, simpáticos o cautivadores, y no poder desvincularse de su imagen pública durante las 24 horas del día lleva a muchos a echar mano de ellas, e incluso a no esconderlo pese a que algunos confiesan que en su mundo hay una especie de 'pacto de silencio' para no hacerlo público. 

A diferencia del mundo de la música, donde su consumo ha llevado a muchos famosos a la tumba, todavía en la televisión no hay una lista conocida de muertes causadas por la droga. Pero sí se han dado algunos casos como el de Sonia Martínez, la presentadora que se dio a conocer en 1983, que no terminó de asimilar su fama. Sus depresiones se agudizaron con el tiempo, y más tarde se conoció que padecía una adicción a la heroína, de la que no logró desengancharse pese a ingresar en un centro.

Sus últimos años transcurrieron entre la indigencia y el submundo madrileño de los delincuentes. En 1994 Sonia realizó su último papel cinematográfico en la película 'Dame fuego', pero por entonces ella ya tenía SIDA, que le provocó la muerte en septiembre de 1994.

Ayudar a otros

Los efectos de la droga los sufren tanto famosos en pleno apogeo como otros en pleno ocaso, y todavía son minoría en España los que admiten haberlas consumido o haber tenido problemas con ellas. En los últimos años, han aumentado las confesiones.

Hay algunos, como Pedro García Aguado (Hermano Mayor) o José Luis Gómez, más conocido por Pepe El Marismeño, cantante que fuera pareja de Carmina Ordóñez, que tras reconocer su adicción durante una época de sus vidas, dedican hoy sus energías a ayudar a gente que ha pasado por su situación.

Y todo porque, como este último subrayó en una entrevista, «uno no se cura en quince días, hace falta mucho tiempo, años para salir de este horror». Eso demostró hasta la 'princesa del pueblo', Belén Esteban, que también logró sobrevivir a este infierno al que se vio abocada al no poder asimilar la fama obtenida de la noche a la mañana. 

El que fuera compañero suyo en Gran Hermano VIP, Kiko Rivera, aprovechó una visitaa a Sálvame Deluxe para admitir públicamente que había consumido drogas, aunque no de forma diaria. El hijo de Isabel Pantoja, también puntualizó que ahora «estoy limpio».

Otros no han sido tan claros, como Pocholo Martínez Bordiú, que, aunque nunca ha afirmado haber sido consumidor, sí precisó en una entrevista que «a veces me bebo mis copitas y me fumo mis porros, ¿me entiendes? Pero yo soy así, hiperactivo, con energía)». Llegó a estar en prisión cuatro meses en Uruguay por posesión de drogas, antes de casarse en 1992.

Tratamiento en clínicas

Pero no todos han negado la mayor. Sofía Cristo ('Acorralados'), hija de Ángel Cristo y Bárbara Rey, habló con valentía de ello e ingresó en una clínica de desintoxicación en 2013. La 'dj' dio un ejemplo de superación y hasta ha acudido a colegios a exponer su problema: «Tengo 32 años (decía en uno de ellos este año, cuando festejaba llevar tres sin hacerlo) y he consumido drogas desde los 14«.

Otro que pasó por una clínica fue Ricardo Bofill, 'ex 'de Chabeli Iglesias, que confesó que «nunca pensé que iba a a necesitar un tratamiento. Estaba en contra. Mi hermano dio la voz de alarma. Yo no podía hablar más de tres palabras seguidas. Me había vuelto impulsivo y caprichoso ante el dinero fácil de la basura, que dedicaba al arte o a comprar más basura. La droga me había llegado a angustiar hasta el punto de automedicarme».

Algo parecido tuvo que vivir Jorge Javier Vázquez, que hizo balance de su vida con la novela 'Último verano de juventud', de la que dijo que muchas de sus partes eran realidad. El presentador de Sálvame afirmó en una entrevista de Rac1 que «empecé a pasármelo bien con 28 años y es muy tarde. Vivía la diversión y juerga con complejo de culpa porque tenía que estar trabajando. Envidio a la gente que ha tenido esa vida de los 20 a los 26 años». 

Según él, sus problemas comenzaron con su etapa de Aquí hay tomate, «de la noche a la mañana me doy cuenta de que todo eso tiene poco de realidad. Me meto en foros de Internet y ves que eres uno de los personajes mas detestados de este país. Y cuando ves eso todo comienza a tambalearse. Al final del Tomate yo buscaba darle la razón a todos aquellos que me consideraban lo peor. Tenía que hacer cosas detestables. Pero también te digo que lo viví con mucho dramatismo».

No llegó a tanto Lolita, quien en una entrevista televisiva con Risto Mejide desveló que después de la muerte de su hermano había vivido una temporada muy dura, pero que cuando tocó fondo se dio cuenta de que no podía seguir así y dejó todo de la noche a la mañana. Un ejemplo a seguir.

M. Arroyo

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