Aunque haya pasado ya un mes, Barei todavía sigue molesta por su participación en el Festival de Eurovisión. Pero no por haber quedado en el puesto 22, o porque no le hubiera convencido su actuación, sino por lo que TVE le impidió hacer en Suecia.
Por mucho que asegure que la experiencia le ha dado «muchas cosas buenas«, nuestra representante sigue dándole vueltas a lo que pudo ser y no fue, supuestamente por los problemas económicos de la cadena pública.
Barei subraya que «los intermediarios, a veces, tendrían que actuar de otra manera. Es cierto que yo dije que mi equipo consiguió el contacto directo con los suecos tras mucho pedirlo, pero la realidad es que nunca llegó una respuesta por parte de esa dirección de correo electrónico que nos facilitaron. Y luego veo que se filtra ese 'storyboard' inicial y yo me pregunto… ¿dónde están los demás? Porque si la televisión sueca ha dado ese documento y no los otros, ¿es porque sólo llegó ése? Hicimos muchos más después.»
En una entrevista concedida a Abc, la cantante insiste en que falló la comunicación, «que el cantante sepa qué se puede hacer y qué no por presupuesto, por cuestiones técnicas… Ya no sé qué otras limitaciones tiene TVE como ente público, pero si se sabe que sólo se puede utilizar el escenario en sí, que se lo digan al artista».
Según ella, «ha habido muchos cambios porque varias ideas nos decían que eran irrealizables«, por lo que confiesa que terminó por estallar en Riga: «Allí me enteré de que no tendría ni escalera, ni triángulos, ni pantalla… Y mientras tanto, los suecos trabajaban con el boceto que enviamos en marzo. Pero ese documento era muy simple, lo demás lo fuimos enviando minuciosamente: minutado, cortes, planos…».
Pese a la minuciosidad con la que había trabajado, la puesta en escena no pudo ser la deseada aunque «enviamos hasta un informe de sesenta páginas con información exacta de lo que queríamos. Pero en Riga todo eran 'noes' y dije: 'Por lo menos, dejad que me caiga. Que capte votos de alguna manera'. No era sólo un truco, porque también la canción iba de ese intento de superación y la caída lo reflejaba muy bien, pero quería llamar la atención así. Y al principio, parecía que eso tampoco se iba a poder hacer. Así que me planté y dije que no iba. 'No podéis en esto, que es un programa de televisión, no dejarme hacer nada».
Respecto a la polémica surgida con la Real Academia de la Lengua por haber cantado en inglés, la cantante subraya que «yo no tengo nada en contra de la RAE, aunque ellos en contra de mí, sí. Yo hago música, arte, y el arte es subjetivo. Por tanto, entiendo que haya cosas que no les gusten. No pasa nada, que no compren mi disco ni vayan a mis conciertos. Otros lo harán».
Quizás esté tan segura porque ha visto que el puesto de Eurovisión no había provocado una reacción negativa por parte del público, «temía que pudiera pesar mucho y no ha pesado prácticamente nada. Esa noche estaba triste, avergonzada y pedí perdón porque pensaba que la gente esperaba una buena posición con mi candidatura. Dormí bastante mal y al día siguiente, en el aeropuerto, seguía triste. Pero allí vi que toda la gente me felicitaba y, en vez de decirme 'lo siento', me daba la enhorabuena».
M. A.