Por si alguno no lo sabía aún, o por si alguno creía que podría dar marcha atrás, arrepentirse y quedarse de nuevo en la Cadena SER, José Ramón de la Morena se despidió este jueves de todos los oyentes de la emisora, en la que ha estado los últimos 35 años.
A partir de septiembre, el locutor no estará en El Larguero sino en El Transistor, en Onda Cero, a donde dijo que va «con la misma ilusión que tenía cuando empecé con el programa de la SER, hace 25 años».
Después de recordar que «tengo mucha gente que me ha acompañado estos años», justificó su cambio de emisora en el simple hecho de que «había una oportunidad de mejora, sobre todo para ellos, y dije que sí».
A De la Morena no le importó reconocer que «aunque no sé lo que me deparará la vida, los mejores momentos los he pasado en la SER, y todo se lo debo a la SER y a mis compañeros», por lo que trató de irse en paz con todos ellos, «pido perdón por si en algún momento provoqué algún rozón, porque fue siempre por exceso de velocidad, por ser como soy, no me quiero justificar».
En su último programa, en el que estuvo acompañado por el seleccionador de fútbol Vicente del Bosque, subrayó que «me voy en paz, agradecido a todos», e insistió en que «aquí se quedan mis mejores recuerdos como periodista».
Precisamente para demostrar lo bien que había estado siempre en la emisora de Prisa, José Ramón negó que hubiera tenido problema alguno con el director de la emisora, Vicente Jiménez, «jamás he discutido con él», antes de despedirse de la concurrencia, «gracias a ti, que has estado ahí tandas noches».
M. A.