La muerte del diestro Víctor Barrio en la Plaza de Toros de Teruel todavía sigue dando mucho que hablar, y no sólo en las redes sociales. Este martes ha sido Carlos Herrera el que ha aprovechado su programa para poner a caldo a todos los que dicen se han alegrado con esta desgracia.
Después de reconocer en su editorial que «todos los toreros saben que cuando salen a la plaza eso no es un frontón, es jugar con la muerte y que ésta es un elemento esencial de la fiesta», y destacar que «eso lo han entendido sus familiares los primeros», ha arremetido contra los antitaurinos que no lo han visto así.
Según el locutor de COPE, «la muerte ha servido para lo que sabemos que existe, la basura, el escombro, la escoria, la chusma, los miserables, las ratas de alcantarilla, los animalistas que celebran la muerte de un ser humano se destapen a través de las redes sociales».
Para él, «habría que salvar twitter de algunos tuiteros», porque, según él, estas redes «se convierten en fosas sépticas, intelectualmente malolientes que algunos las transforman en un lugar para decir cosas».
Herrera dio nombres concretos, como los de Lara G. Costan, que había escrito a la mujer del torero asegurando que «la vida fue muy justa, tu marido recibió lo que merecía, debería ocurrirles a todos los cobardes hijos de puta», a la que dijo que «Lara, tú eres una hija de puta muy grande», y como el de ese Vicente Belenguer Santos, del que dudó que fuera maestro como decía en Twitter, «si me estás oyendo, aunque no tienes perfil de ser oyente de este programa, te digo que eres un hijo de puta muy grande».
Por este motivo, el profesional de la Cadena COPE subrayó que «lo que tiene que hacer la tauromaquia ante tipos como estos es defenderse a través de los juzgados, para así comenzar a poner a toda esta basura, a todos estos malolientes, resentidos, a esta ignorancia de depravados ante el juez».
En este sendio recordó que «el artículo 510 habla de la incitación al odio, y lo de estos tíos lo es», y puntualizó que «cuando uno conoce a estos llamados animalistas se pregunta cómo es posible que en países civilizados haya gentuza así, pues la hay».
M. A.