Los presuntos sueños eróticos que habría tenido Pablo Iglesias con la periodista Mariló Montero podrían no sólo no tener final feliz sino costarle muy caro al líder de Podemos después de la demanda que ha interpuesto ella contra él.
La exprofesional de RTVE la ha llevado a cabo en el Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, por una presunta conversación mantenida con el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero, en la que Iglesias decía de ella que «la azotaría hasta que sangrase».
La navarra ha argumentado que «aunque él mismo se califica con sus propias palabras me veo ante la responsabilidad de expandir mi opinión, a nivel social, para que ninguna mujer tolere semejantes aberraciones ya que, éstos días, ha habido un clamoroso silencio sobre tan grave agresión verbal».
Mariló Montero justifica esta decisión en que desea ser respetada «física, moral, profesional y verbalmente», y advierte a la sociedad de que hay entre los representantes políticos «un hombre no capacitado, no apto, para ocupar el cargo que se le he ha otorgado en las urnas».
Por ese motivo cree que «debería dimitir de inmediato de su cargo» y considera que «a Pablo Iglesias se le debería prohibir el acceso a cualquier representación pública ya que ninguna mujer en este país puede sentirse protegida por un político que se ha autodenominado como 'perverso' y 'psicópata'».
Amparándose en esos calificativos recuerda que «según la RAE, perverso es alguien sumamente malo, que causa daño intencionadamente, que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas, mientras que la psicopatía, a nivel psiquiátrico, es una enfermedad mental, una anomalía psíquica por obra de la cual, a pesar de la integridad de las funciones perceptivas y mentales, se halla patológicamente alterada la conducta social del individuo que la padece».
Lo que Mariló dice desconocer es «qué tipo de psicopatía pudiera padecer el líder de Podemos», pero ha puntualizado que «habiendo consultado a algunos especialistas encajaría en la secundaria de 'Psicópata carismático, porque en ellos destacan, entre otras características, la falta de empatía, la mentira, el talento para manipular a los demás, el egocentrismo y que son incapaces de sentir remordimiento o culpa».
M. A.