martes, noviembre 26, 2024
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Las siete magníficas de Alessandro Lecquio

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Suizo de cuna (nació en Laussana), italiano para la aristocracia y español, muy español para la prensa del corazón. Alessandro Lecquio es uno de los grandes casanovas o tenorios de la historia contemporánea, en función del país con el que se le quiera relacionar.

Las supuestas gestas eróticas que han salido ahora  a la luz, desde los presuntos polvos a escondidas con Olvido Hormigos en la cama de matrimonio de él, las supuestas insinuaciones que hizo a la 'gran hermana' Ainhoa después de una entrevista, que ésta dice que siempre rechazó, y las confesiones de otra compañera del mismo reality de que le pagaba 6.000 euros por noche de sexo, no han hecho sino que más de uno sienta envidia tanto por su presente como por su pasado, que estuvo vinculado, sobre todo, a siete grandes mujeres, sin contar a su actual esposa. 

De esas 'magníficas', con las que John Sturges hubiera podido hacer la versión femenina de su magnífico western, las dos primeras quizás fueran las que más le marcaran, sobre todo por la descendencia que tuvo con ambas. 

La primera fue la inimitable Antonia Dell'Atte, con la que contrajo matrimonio en 1987, con la que tuvo a su hijo Clemente Lorenzo y de la que se separó en 1991, con una sonada ruptura en la que tuvo mucho que ver la segunda.

El aristócrata dejaba a su esposa por Ana Obregón y la modelo italiana no soportó muy bien ese abandono y se vino a España para hacerle la vida imposible al conde y, por ejemplo, definir a la bióloga como «una mentirosa compulsiva». Pese a ello, y a que también a ella la dejara, la Obregón siempre ha defendido al padre de su hijo Alejandro Alfonso. La muerte de la madre Lecquio incluso provocó que las dos mujeres, después de 20 años de enfrentamientos, se terminaran reconciliando.

Demasiados 'cronistas' de su vida

Ni tan siquiera cargó públicamente con él cuando dos años después de tener ese hijo se enteraba por los medios que 'Dado' (el nombre cariñoso con el que llamaba a Alessandro), se estaba viendo con una azafata llamada Silvia Tinao.

A eso hubo que unir poco después que el noble también le había engañado con la modelo Mar Flores, con la que apareció compartiendo cama en un reportaje fotográfico de Interviú que fue de los más sonados de la revista. Aquello sí fue el final de la relación, aunque él le confesaría con el tiempo que «aunque no me pude casar contigo porque no tenía el divorcio, yo te considero mi exmujer».

Eso sí, Lecquio también reconocería en El Programa de Ana Rosa que Mar, que por entonces mantenía una relación con el empresario Fernando Fernández Tapias, no paraba de repetirle que «dejaría a Tapias cuando le regalara la casa que le había prometido». 

Como aquello tampoco cristalizó en nada, el conde empezó una relación más formal con Sonia Moldes, a quién, según el fotógrafo Miguel Temprano, le sería infiel con Eugenia Martínez de Irujo. Claro que, según otro conocedor de vidas ajenas como Pipi Estrada, ella le pagó con la misma moneda, «cuando tú estabas de pareja con Sonia, en aquellas noches en 'Nels', cuando Pedja Mijatovic era jugador del Real Madrid, y Sonia decía ‘Vete para casa’ y tú decías ‘Por favor, por favor, no me pongas los cuernos con Mijatovic, por favor, por favor’, y ella te decía, ‘Vete a la mierda».

La ahora empresaria hostelera, que se fue a Miami un año después de haber estado dos con el conde, afirmó con posterioridad que «existen faltas de respeto peores que una infidelidad». Una de éstas pudo ser la que él dicen que mantuvo con Maribel Sanz, con el que presuntamente habría estado después de sus dos matrimonios frustrados con dos músicos (el guitarrista Javier Catalá y el cantante Sergio Dalma), en los tiempos en los que ella formaba parte de esa pléyade de modelos, como la propia Mar Flores o Sofía Mazagatos, que dieron el salto a la pequeña pantalla.

Miriam Sánchez, en 2009, fue acusada de haber mantenido más que palabras con el conde Lecquio, su compañero en 'El programa de Ana Rosa', algo que ambos negaron en rotundo. La pornostar Lucía Lapiedra, que fuera pareja del citado Pipi Estrada, terminó reconociendo que sí había existido algo entre llos y que si no lo dijo en un principio fue por temor a causar daños a terceros. 

La siguiente mujer en sufrir la fama de conquistador de Lequio fue Susana Molina, una reportera del programa de televisión Channel nº 4, con la que empezó a salir en 2007. Lo más sorprendente fue que, apenas dos meses después de haber puesto fin a su relación, en septiembre de 2008, el conde anunciaba su boda con… María Palacios, su actual pareja. La chica lo único que comentó fue que «si me ha sido o no me ha sido infiel debes preguntárselo a él. Ya me da todo igual». Supongo que como a muchas personas. 

M. A.

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