La tranquilidad con la que parecía haberse tomado en un principio la confesión de Olvido Hormigos de que había mantenido relaciones sexuales con él parece que ya no es tanta. Alessandro Lequio perdió un poco los papeles en El Programa del Verano, el que sustituye en periodo estival al de Ana Rosa.
El conde, cuando se le señaló que quizás la exconcejala pudiera ponerle una demanda, empezó señalando que «yo las demandas no las anuncio, no soy Alba Carrillo», y cuando el presentador le dijo que es lo que se estaba comentando, señaló que «ni se dice ni pollas».
Ahí empezó su pequeño enfrentamiento con Antonio Rossi, el hombre que ha cogido las labores de presentación desde el comienzo de las vacaciones de Joaquín Prat, que empezó pidiéndole que moderara su lenguaje porque había niños viéndolos, a lo que Lequio respondió que «cuidado con nada, que los niños aprendan las palabras».
A partir de ese momento, y después de que Rossi le dijera «Alessandro, vamos a ponernos serios», éste ya pareció entrar 'on fire' y no había nadie que le pudiera parar. «No me interrumpas, si no puedes seguir la conversación quédate aquí, no mientas cuando haces preguntas, ¿me estais tomando el pelo? Para mí la historia está más que zanjada y no hay nada más que decir, y se acabó. Me parece un abuso por parte del programa, ya he dado dos entrevistas y todos sois profesionales y sabéis lo que he dicho, y no me levantes la voz».
El presentador le contestó que «ni a tú a mí tampoco», y le pidió que respetase al programa», pero eso no le satisfizo al colaborador, «relajadito, que llevo aquí muchos más años que tú, soy más veterano», algo que el aludido no compartió, «yo entré igual que tú aquí. Si tú quieres que se acabe el tema también ten cuidado con lo que dices, tú la llamaste guarra».
Lequio negó la mayor: «No dije eso, sino que si una tipa de estas dice que hace determinadas cosas durante un tiempo determinado…, pero quizás el error ha sido mío», y les advirtió a todos sus compañeros de tertulia que «yo me pongo como me da la gana porque una de mis cosas es hacer lo que me da la gana». Según él, «tendría que haberme plantado desde el principio y si no es por una grabación ilegítima jamás habría entrado en este tema porque ante la mentira, el silencio».
M. A.