En la cadena Telecinco llevaban toda la semana anunciando a bombo y platillo el estreno del 'reality', o más bien documental, protagonizado por María Teresa y Terelu Campos. La expectación era total, la vida que madre e hija llevan más allá de un plató de televisión fue declarada por Mediaset poco más que de interés nacional.
Y pese a que las cifras de audiencia han sido favorables (han conseguido reunir a más de un millón y medio de espectadores ante la pantalla, superando con creces al taekwondo femenino) y han aumentado en 4,4 puntos al Deluxe que tuvo lugar el jueves pasado, el contenido fue del todo decepcionante.
Terelu, sus dietas, sus complejos y su amor por la comida son los temas que monopolizaron la totalidad del programa. De principio a fin, las zonas más vistas de sus respectivas casas fueron las cocinas, incluida una visita al supermercado Sánchez Romero donde la colaboradora de 'Sálvame' dejó clara su animadversión hacia la verdura: «Todo lo que está bueno, engorda», zanja.
Más que un programa de telerrealidad, parecía la antesala de un 'Masterchef' en el que quien realmente cocina es el personal de servicio, del que ambas disponen. «Me meto con camisón en la cama. Desnuda, ni muerta», aseguraba Terelu a cámara, en un momento en el que sus complejos más profundos y morbosos tuvieron que salir a la luz, para seguir en la línea de sus hermanos de productora.
Ansiedad por el peso
Terelu aumentó de peso cuando, desgraciadamente, padeció cáncer de mama, un tema tabú para su madre, muy afectada por el azote que esta enfermedad le ha pegado a su familia. Sin embargo, y pese a que muchas enfermas recuperan su figura después de que el tratamiento finalice, la más joven de las Campos sufre numerosos episodios de ansiedad a los que ella achaca que su peso no varíe. Asegura que, aunque en su vida normal come muy poco y enseguida se sacia, es en 'Sálvame' donde su hambre se desata y necesita picar algo para poder continuar su trabajo.
Su madre, María Teresa, opina que no adelgaza porque cuando sale bebe demasiado, algo a lo que Terelu le resta importancia. Y con esta temática alimenticia consiguieron rellenar el total del programa, a espera de una segunda entrega en la que, por el bien del espectador, se profundicen otros aspectos de su vida tales como que Campos madre pernocta sola desde hace muchos años «porque no duermo bien y prefiero no molestar». También sería buena una mayor participación de Edmundo, alias Bigote Arrocet, pareja de María Teresa, que únicamente apareció en plano para salir pitando de la fastuosa mansión propiedad de su novia, y donde vive desde hace unos meses.
Ana P. Cabrero