No sólo las actrices Disney son juguetes rotos. La fama televisiva se ha cobrado más de una vida, de personas que no han sabido asimilar su nuevo estatus y han llegado a darse a la llamada 'mala vida'. Uno de esos casos es el de Butch Patrick, el hombre que se diera a conocer en todo el mundo por su papel de Eddie Monster en 'La familia Monster'.
El más joven protagonista de la ficción que se hizo famosa en la década de los sesenta ha confesado en el programa Oprah: Where are they know? que «yo funcionaba, pero no prosperaba, estaba concienciado a dejar de actuar cuando cumplí los 19. Había decidido disfrutar de la fiesta, las drogas, la bebida…».
Lo malo en su caso es que como ha reconocido «continué haciéndolo durante mucho tiempo», hasta el punto que dijo que había estado abusando de las sustancias durante nada menos que cuarenta años.
Fue en 2010 cuando decidió acudir a rehabilitación porque «sabía que necesitaba ayuda». En concreto fue el 21 de noviembre cuando se produjo «mi despedida de la bebida, las rayas, las píldoras y todo eso», y cuando fue para él un cambio decisivo, «había un médico que me auscultó rápidamente como una especie de estrella del rock-ninja y se enteraron de que tenía una pequeña masa agresiva en mi próstata».
Según él, poco después de diagnosticarle cáncer de próstata fue intervenido quirúrgicamente con grandes resultados, «si no hubiera estado sobrio, lo habría ignorado», ya que cree que «yo no estaría sentado aquí … yo no estaría vivo. No es mucho más complicado que eso».
Butch Patric tiene claro el por qué muchos famosos caen en este mundo de decadencia, «nadie dice a las estrellas que no», y pone como ejemplo a otros rostros populares, «nadie le dijo no a Michael Jackson. Nadie dijo no a Elvis. Ellos simplemente no quieren decirte que no porque quieren que seas su amigo. Cuando la gente realmente necesita ayuda, desgraciadamente, son las personas más cercanas a ellos los que no querrán decirles ese no».
M. A.