Operación Triunfo sigue dando juego, quince años después. El programa de La 1 no sólo sigue dándole magníficas audiencias a TVE (por encima del 20% de cuota y casi cuatro millones de espectadores) sino titulares a todos los medios de comunicación con las confesiones de sus protagonistas.
La parte más esperada de la segunda entrega de estos documentales llegó cuando Ángel Llácer, que además de como invitado ejerció de maestro de ceremonias, introdujo el tema de las relaciones que surgieron entre los ‘triunfitos’. Por supuesto, el que más juego dio, una vez más, fue el de Bisbal y Chenoa.
Ambos quisieron demostrar que su relación, pese a todo, no era mala, y Bisbal se levantó para dirigirse a su ex y darle un abrazo, lo que hizo que Rosa se derrumbase y acabara llorando con ganas. Lo más curioso del caso es que Chenoa confesó que si algo no volvería a repetir de aquella ruptura fue el momento en que salió a explicar a los periodistas que habían roto, «nunca volvería a salir en chándal”.
Por su parte, David Bisbal afirmó que «yo no era partidario de que hubiese competencia entre participantes. Generar competencia con fans nos ha perjudicado después. No me gustaba eso de la televisión. La gente se piensa que estaba mal con Busta o con Laura y eso no es cierto».
Además de aquella relación, Álex Casademunt y Verónica confirmaron, como ya habían hecho en el programa Hora Punta de Javier Cárdenas, que tuvieron un pequeño ‘rollete’ en la academia, y hasta Rosa López indicó que se había enamorado de uno de sus profesores, en concreto de Manu Guix.
Durante el espacio, todos los protagonistas trataron de explicar lo que supuso para ellos acabar su etapa en el programa y en este sentido Manu Tenorio explicó que él tuvo que “luchar” con el programa para que al menos les dejasen un espacio en el que salir a la calle a tomar el aire, puesto que llevaban semanas sin ver el sol encerrados de la academia al plató.
Chenoa también se sumó a los reproches a la organización al asegurar que la psicóloga que OT les puso para prepararles para la fama lo que intentaba en realidad era “enfrentarles” unos contra otros, y hasta se ofendió al recordarlo.
Incluso desveló durante su entrevista personal que «ir a mi casa en Navidad me dejó muy tocada. No llegué bien.Tenía miedo de que afloraran sentimientos que no tenían nada que ver con el de compañerismo. No hablo de codazos y luchas entre nosotros pero podía pasar».
Tampoco se libró de los reproches la discográfica, ya que varios ‘triunfitos’ lamentaron que sus primeros discos fueron grabados de forma rápida y sin que ellos pudieran siquiera elegir las canciones, aún reconociendo que con ellos cumplieron un sueño.
M. A.