Oyendo a Saúl Ortiz, el periodista y colaborador de TVE, los amigos de María Teresa Campos tendrían que salir corriendo hacia el hospital para verla, porque, según él, está «al borde del colapso». De momento, sus enemigos, si es que los tiene, todavía no podrán celebrar nada, porque la presentadora está en su casa muy sana.
La culpa de todo la habría tenido el desnudo que ha protagonizado este lunes Gemma Serrano, la amiga de Bigote Arrocet, el actual novio de la veterana periodista. Según Ortiz, la Campos habría sentido «frustración, lágrimas y desesperación» al ver el reportaje fotográfico de Interviú.
El colaborador de la cadena pública también aseguró que el propio Bigote Arrocet tenía «un cabreo mayúsculo» al considerar que Gemma Serrano había consumado con su posado y la entrevista que le acompaña una traición en toda regla, aunque sin precisar el motivo de la misma.
Mientras, fuentes del semanario que ha difundido las imágenes de la amiga de Bigote afirman que no han pagado «ni un euro» a la protagonista del reportaje, y que únicamente han corrido con los gastos propios del trabajo realizado: fotógrafo, estilistas, etc.
Hay que recordar que la propia Gemma Serrano indicaba en el texto que «hay gente a la que ella no le cae bien y han querido darle un disgustillo, pero yo no sirvo para darle un disgusto a María Teresa porque, aunque fuese verdad, yo no voy a decir nada malo en contra de mi amigo».
La empresaria se mostraba un tanto ambigua al referirse a su relación con Bigote: «Han dicho que tengo una demanda, que soy la amante, la otra… La verdad sólo la sabemos Edmundo y yo», y puntualizaba que lo único que les une es la amistad, «somos amigos y socios, tenemos negocios fuera de España con una multinacional, y digamos que Edmundo es el centro para que esto ocurra. Hay un proyecto de tele y él es nuestro enlace para llegar a Chile».
Desde luego a ella no le ha gustado la manera de actuar de María Teresa Campos, hasta el punto de que se permite indicarle lo que habría tenido que hacer: «Yo habría cogido el toro por los cuernos, me habría llevado a su programa de televisión presentándome como la amiga de Edmundo, dándole absoluta normalidad y demostrando a la gente que está curada de espanto».
M. A.