Aunque Las Campos deja entrever la personalidad de Terelu, parece que pocas personas conocen tanto a la hija de María Teresa Campos como Pipi Estrada, que estuvo conviviendo con la misma durante tres años y medio. De aquella relación parece que pudo salir cualquier cosa menos lo que se conoce como una bonita amistad.
Así al menos lo ha dejado patente el periodista deportivo en una tertulia sobre Gran Hermano VIP que ha celebrado exclusivadigital en un conocido restaurante madrileño, y en la que, entre otras confesiones, ha asegurado que «una de las veces que Terelu me mandó a la puta calle fue por no levantar la segunda tapa del váter».
Según él, «cuando yo entré en esa casa Terelu era un chihuahua, pero con el paso del tiempo se convirtió en un rottweiler», antes de puntualizar sobre aquella experiencia nocturna, «cuando me levanté a orinar esa noche miré para atrás y allí estaba ella, que me dijo 'te he dicho hijo de puta que levantes la tapa del váter para mear. ¡A la puta calle!', que era su frase favorita».
Pipi reconoció que «yo era un florero, porque entonces si decía algo me iba a la puta calle, y hacía mucho frío fuera», así como que en la época que estuvo con él ella recibió muchos premios, «le dieron el de mejor calzada de España, porque yo me llamo José Manuel Estrada Calzada».
Lo que le ha sorprendido últimamente de ella es su adicción a las porras, porque, según él, «en el tiempo que estuvo conmigo no la he visto comer una porra de esas en mi vida, es algo nuevo para mi», aunque puntualizó que «Terelu ha tenido la porra de oro de 2003 a 2006».
El popular periodista deportivo, colaborador de programas como El Chiringuito de Jugones', desveló que «cuando yo estaba con ella Terelu tenía en su casa cuatro criadas: Rocío, Margarita, Bibiana y Arancha», así como que «la primera era la encargada de poner la mesa, y a la segunda se le caían siempre las cosas, porque tenía miedo escénico, y Terelu le decía 'es usted una inútil, déjelo que ya lo hago yo', y a mí me daba mucha pena».
Aunque no está concursando en Gran Hermano VIP, a Pipi le gustaría que sí lo hubiera hecho y, sobre todo, que hubiera ganado el premio, «para que me levantara el embargo».
M. A.