Ya cantaba Sabina que «hay amores que matan». En este caso no van a llegar a tanto pero Pedro J. Ramirez sí al menos va a dejar sin trabajo a su queridísima Cruz Sánchez de Lara, la mujer por la que, después de treinta años de matrimonio, dejo a Agatha Ruiz de la Prada.
La 'culpa' de manera indirecta, la tiene Carlos Mattos Barrero, el hombre que la pagaba a ella y que ha dejado de ser accionista de El Español, el diario digital dirigido por Pero J. Ramírez en el que precisamente estaba representado por la abogada.
Claro que también el 'culpable' es el propio Pedro J. Ramírez, su pareja, por aquello que sólo él está dispuesto a comprar esas acciones, aunque, eso sí, parece que tendrán que ponerse de acuerdo en el precio de las mismas, ya que mientras que el colombiana las valora en un millón de euros el español no está dispuesto a pagar más de 800.000 euros.
La razón del abandono de Mattos del accionariado de El Español, según Informalia, se debería a que ya no siente que sus intereses económicos y empresariales están representados de forma independiente e imparcial, dados los lazos sentimentales que unen a la abogada que actúa en su nombre con el director del medio.
Mattos, conocido en España por su amistad con gente tan conocida como Fiona Ferrer y Jaime Polanco, Jaime de Marichalar o Carmen Martínez Bordiú, cuenta con una isla privada en el Caribe colombiano, una residencia en Cartagena de Indias, donde los apliques de las lámparas son de oro macizo, y un jet privado con los inodoros forrados de cuero. Allí fue donde Jaime de Marichalar pasó un fin de año con sus hijos Victoria y Froilán, aunque ahora las relaciones del ex marido de la infanta Elena y el millonario, se han enfriado bastante.
M. A.