Le ha cogido gusto Fran Rivera a eso de opinar de todo, y encima sin tener que morderse la lengua. Lo mismo le da criticar en Espejo Público a Fernando Trueba que a Manuela Carmena o ahora a la asociación católica Hazte oír, por el autobús transgénico ha sacado a las calles de Madrid y que no está dejando indiferente a nadie.
El torero no ha querido dejar pasar la ocasión de dar su opinión sobre este vehículo de color naranja que circula con el lema de «Los niños tienen pene, las niñas vulva. Que no te engañen», y ha echado mano del hecho de ser padre de dos hijas para afirmar sin tapujos que «a mí esto me parece una barbaridad, esta gente está consiguiendo lo que quieren, que se hable de ellos pero es es sembrar la semilla del odio, hay que limpiar la boca a esta gente, es una vergüenza».
Fran Rivera ha asegurado que no querría que sus hijas, Tana y Carmen, recibieran un mensaje semejante: «Esto es una vergüenza, que no circule por ningún lado. Yo como padre no quiero que le siembren esa semilla del odio. Lo peor que estamos haciendo es perder el tiempo hablando de esa gente, no hay que hacer ni caso».
Según él, «el respeto se ha perdido del todo y luego el derecho a la libertad, aquí se atenta contra el respeto, contra la libertad y contra lo que aprendemos los que somos cristianos de verdad, no los locos estos».
Este tema no fue sin embargo impedimento para que el diestro abordara en el programa de Susanna Griso lo del robo que sufrió hace unos días en México, donde había ido a torear, y precisó que «el hotel no quería hacerse responsable, pero vieron en las cámaras que efectivamente había entrado un individuo en las tres habitaciones y la policía dijo que debían responsabilizarse. Nos quitaron unos 3.000 dólares». Eso sí, aclaró que «ya está todo superado».
M. A.